Según informó la entidad este viernes, si se excluye la Corporación Financiera Alba, el beneficio fue de 88 millones, un 18% menos, “como consecuencia de la fuerte inversión que afronta la entidad” en tecnología y ciberseguridad con un plan de 85 millones para este año, un 39% más que el año anterior.

El margen de intereses se situó en 182,2 millones, con un descenso del 12,7%, y el resultado de la actividad de explotación bajó un 25,6%.

En cuanto al balance, la entidad vio crecer un 10,1% los préstamos y anticipos, hasta los 9.911,8 millones, y los recursos totales ascendieron un 8,2%, hasta los 16.901 millones. Por su parte, los depósitos de la clientela también crecieron y lo hicieron un 8,3%, hasta los 14.017,5 millones.

El negocio de banca personal, con un incremento del número de clientes del 15% y de volumen de negocio del 18%, siguió siendo palanca de aceleración de la digitalización de la entidad: el 61% de los clientes los aporta la oficina digital Avantio. Por su parte, el volumen de negocio de banca de empresas se incrementó un 15%.

En Baleares, donde la entidad mantiene una amplia presencia desde su fundación en Palma de Mallorca en 1926, el negocio registró dinamismo, con un crecimiento del 5% en inversión, un 19% en activos gestionados y un 25% en valores.

El número de clientes con patrimonios superiores a 500.000 euros —que integran las áreas de banca privada y patrimonial, núcleo estratégico del banco— aumentó un 20%. Esta evolución dio lugar a un crecimiento de los ingresos por servicios de un 13%.

La ratio de mora bajó del 1,81% en el primer semestre del año pasado al 1,31% este año, y la ratio de capital CET1 se situó en el 25,45%.

El consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, afirmó que “los resultados del primer semestre de 2025 siguen reflejando la solidez”, con un aumento de los volúmenes de negocio, de los ingresos por servicios y de los clientes que permiten “hacer frente al impacto de la bajada de los tipos de interés” y al plan de inversión tecnológica.