Así lo dijo Delgado durante su intervención en el foro sobre geopolítica y economía organizado por ‘El Confidencial’ y Pimco. La subgobernadora del Banco de España destacó que 2023 ha sido un año “especialmente bueno en cuanto a resultados, con márgenes destacables y contención de la morosidad” para las entidades financieras españolas que en rentabilidad sobre capital, con un 12,8%, superaron a la de la mayoría de los grandes países, con la excepción de Italia.

“Los buenos resultados se han debido a la mejora clara en el margen de intereses” por la repreciación de la cartera de préstamos a lo largo del año, que ha ido de la mano del incremento de los tipos de interés, según explicó Delgado.

Enmarcó estos resultados en un año en el que el ‘stock’ de crédito se redujo en un 3,7%, el 63% de las nuevas hipotecas en el tercer trimestre fueron a tipo fijo cuando eran el 80% entre julio de 2021 y diciembre de 2022 y la morosidad se mantiene estable en los últimos trimestres en el entorno del 3,6%.

Sobre este último punto, la subgobernadora destacó que se observa un aumento de las exposiciones de nivel dos en el último trimestre, que son aquellas deudas en las que se considera que existe un cierto incremento del riesgo, centrado en el segmento de grandes empresas. “Tendremos que estar vigilantes para confirmar si esto ha sido una circunstancia puntual o esta tendencia se consolida y se extiende al resto de carteras”, puntualizó. En pymes destacó cierta estabilidad aunque en hipotecas “ya se observa un incremento paulatino” de los créditos morosos. Recordó que la morosidad tarda en aparecer entre 12 y 18 meses una vez que se produce el shock en el segmento hipotecario e indicó que esta cartera para los bancos españoles supone el 41,3% del volumen total de préstamos en España.

Delgado resaltó que la “contención” de la morosidad se produce en un momento de subida de los tipos de interés, con lo que concluyó que la evolución “se puede considerar como un elemento positivo, en el que ha tenido mucho que ver la recuperación de los márgenes empresariales y de la renta bruta real de las familias”.

De cara a 2024, la subgobernadora destacó que tanto la reducción del volumen de crédito como de los márgenes unitarios “afectarán claramente a los márgenes bancarios”, pero como punto positivo añadió que “la potencial reducción de costes financieros para empresas y familias favorece el mantenimiento de los niveles de calidad crediticia”.

En cualquier caso, avisó de que los nuevos conflictos geopolíticos “hacen que sea necesaria una llamada a la prudencia dado que podrían tener un impacto difícil de cuantificar” y advirtió de que “estamos ya observando signos de deslizamiento al alza de la morosidad en algunas carteras como la hipotecaria”, con lo que aconsejó “un buen marco de gestión del riesgo crédito, que cuente con criterios prudentes de concesión, adecuados mecanismos de alerta temprana y sólidas políticas de provisiones”.