Macroeconomía
El Banco de España cree que el Plan Fiscal y Estructural “desaprovecha la oportunidad” de planificar las cuentas públicas
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El Banco de España apuntó este martes que el Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo (PFEMP) “desaprovecha la oportunidad” para planificar de manera “rigurosa” las cuentas públicas a medio plazo y beneficiarse del “patrón de crecimiento robusto” que presenta la economía española.
Así se desprende del ‘Informe Anual 2024’, publicado este martes por la institución que dirige José Luis Escrivá. El PFEMP es un documento que fija la orientación de política fiscal de los próximos años y cuenta con la aprobación de Bruselas, pero organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ya habían expresado sus dudas al respecto.
El Banco de España se sumó a esas críticas y recalcó que “no incluye un detalle suficiente de las medidas presupuestarias que se han de adoptar para conseguir los objetivos establecidos”. Además, tampoco ofrece previsiones de ingresos y gastos a largo plazo.
“Estas carencias en el diseño de los PFEMP reducen su utilidad como instrumento de planificación fiscal a medio plazo”, respaldó el Banco de España a la Airef.
El ‘Informe Anual 2024’ del Banco de España señaló que si el país ejecutara el ajuste fiscal en la actualidad y, además, lo hiciera de forma más intensa aprovechando el dinamismo económico, “reduciría la incertidumbre asociada al riesgo” que conllevaría hacer “un ajuste fiscal de carácter procíclico más adelante”.
El PFEMP español establece un crecimiento anual promedio del gasto neto, o gasto computable, del 3% entre 2025 y 2031, que resulta compatible con una tasa de crecimiento del gasto computable que se reduciría paulatinamente desde el 3,7% en 2025 al 3% en 2028 y al 2,4% en 2031.
En este sentido, el Banco de España recordó que el nuevo marco europeo de gobernanza económica incluye la cuenta de control, que permite una desviación máxima de 3 décimas del PIB por año y 6 décimas en el acumulado sobre los objetivos de gasto establecidos en los planes fiscales.
La institución también indicó que en las últimas semanas se han producido algunas modificaciones en el PFEMP como consecuencia del escenario geopolítico. Por ejemplo, está el Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial, para hacer frente al impacto de Estados Unidos, con un volumen de fondos cercano al 0,9% del PIB.
Por otro lado, está el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, con un volumen de recursos cercano al 0,5% del PIB, con el que el Gobierno quiere cumplir su compromiso de llegar este año a un gasto en defensa del 2% del PIB, según los criterios establecidos por la OTAN.
La financiación de este plan contempla la modificación de créditos presupuestados no utilizados de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 y en la reubicación de fondos asociados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).
El Informe de Progreso Anual publicado por el Gobierno a finales de abril anticipó una desviación al alza en el crecimiento del gasto neto de en torno a 0,4 puntos porcentuales respecto al 3,7% establecido en el PFEMP, como consecuencia del esfuerzo en defensa. Esta desviación se encuentra dentro de los límites establecidos dentro de la cuenta de control y no requeriría la activación de la cláusula de escape.
CRECIMIENTO ROBUSTO
El ‘Informe Anual 2024’ del Banco de España también destacó el “ritmo de crecimiento robusto” que ha mostrado la economía nacional en los primeros meses del 2025, aunque con menor intensidad que en el tramo final de 2024.
Los datos de Contabilidad Nacional Trimestral correspondientes a los tres primeros meses de 2025 reflejaron un avance intertrimestral del 0,6%, “en la parte baja del rango previsto” en las proyecciones de marzo del Banco de España. El crecimiento se apoyó en la demanda interna, aunque esta también se desaceleró, mientras que la demanda exterior repuntó gracias al mayor dinamismo de las exportaciones.
No obstante, la institución presidida por Escrivá alertó de que el crecimiento futuro de la economía española estará afectado por “ciertos riesgos a la baja en un contexto internacional muy complejo” y a una “extraordinaria incertidumbre”.
En cuanto a la inflación, el Banco de España no observó grandes cambios en los precios en la primera parte del año, como tampoco lo hizo en los salarios. Así, la tasa de inflación general se mantuvo estable en el 2,2% en marzo y abril, alejándose del 3% marcado en meses anteriores.
En lo que respecta a la inflación subyacente, también se percibe un ligero descenso, por “la desaceleración de la inflación de los servicios”. Para el Banco de España, también contribuye a este comportamiento la rebaja de los precios del transporte público hasta junio de este año.
En lo que se refiere a los aumentos salariales, los registros se mueven en el 3%, en línea con lo pactado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
Sin embargo, los datos de Contabilidad Nacional Trimestral reflejaron que la remuneración por asalariado en la economía de mercado avanzó a un ritmo del 4,9% interanual entre enero y marzo, ligeramente por debajo del 5,5 % del trimestre precedente.
Para el Banco de España, se trata de “una moderación que sería coherente con una leve desaceleración de la deriva salarial”.
TRABAJO Y FALTA DE MANO DE OBRA
Al igual que el PIB, el empleo también ha crecido “a un ritmo robusto” en 2024 y los primeros meses de 2025, y se ha concentrado en los inmigrantes, los trabajadores de mayor nivel educativo y el sector servicios.
“Entre finales de 2019 y finales de 2024, en torno a un 76% de todos los puestos de trabajo creados en España han sido ocupados por nacidos fuera de nuestro país”, detalló el Banco de España. La mano de obra extranjera ha servido para paliar la demanda en los sectores con más dificultad para encontrar trabajadores.
El organismo también observó un patrón distinto en la creación de empleo en el periodo 2019-2024 respecto a 2013-2019, ya que en el tramo más reciente se ha concentrado en las ramas de información y comunicaciones, actividades profesionales, científicas y técnicas, educación y construcción.
En estos años, con la reforma laboral por medio, el Banco de España reconoce “una reducción de la temporalidad y de la tasa agregada de rotación laboral”, aunque la rotación laboral y las transiciones del empleo al desempleo son elevadas comparadas con el entorno.
“La mayor rotación en los contratos permanentes desde la entrada en vigor de la reforma laboral es resultado de mayores flujos de entrada y de salida del empleo, especialmente de los trabajadores indefinidos con contratos fijos-discontinuos”, detalló el Informe.
Desde 2022, los contratos fijos-discontinuos “se han duplicado, hasta exceder la que se observa para los contratos temporales”. Por su parte, el aumento de las bajas de los contratos indefinidos está asociado a “despidos —disciplinarios en su mayoría— y al final del período de prueba”.
Por otro lado, el ‘Informe Anual 2024’ analizó la productividad de España, con unas ganancias que fueron las “más intensas” de la Unión Económica y Monetaria en 2024, tanto por trabajador como por hora trabajada.
Pese a las mejoras que se vienen registrando en este indicador desde la pandemia, solo se ha conseguido cerrar “una parte relativamente pequeña de la brecha negativa que España ha acumulado desde 1998”.
POLARIZACIÓN Y PERCEPCIÓN ECONÓMICA
El Banco de España se fijó en este informe en la relación entre la polarización política y la percepción económica por parte de la ciudadanía. En el ámbito político, la polarización puede conducir a conflicto, baja cooperación y, en definitiva, a un “bloqueo legislativo” que retrase reformas económicas necesarias y aumente la incertidumbre sobre la estabilidad económica.
En la economía, eso se puede traducir en “cambios frecuentes en las políticas económicas”, que resultan en una baja previsibilidad del entorno empresarial y reducen la inversión.
“La polarización tiende a distorsionar la percepción que los ciudadanos tienen de la situación económica, afectando a su nivel de confianza y a sus decisiones de gasto”, alertó el Banco de España.
Aunque todavía no existen “indicadores robustos” sobre la polarización en Europa, el organismo analizó el caso de España, Francia e Italia, en las últimas décadas. En España, la polarización llegó después de 2015 y siguió un “aumento sostenido hasta 2021”, para volver a aumentar en 2022.
“Los niveles actuales de polarización son considerablemente más altos que hace dos décadas, lo que sugiere una transformación profunda en las dinámicas políticas de estos países”, subrayó el Banco de España, consciente de que la polarización “es motivo de preocupación” y deben contemplarse “estrategias que mitiguen sus efectos en la estabilidad política y económica de Europa”.
(SERVIMEDIA)
20 Mayo 2025
NFA/gja