Finanzas

El Banco de España espera que los intereses de los préstamos variables desciendan este año

- En cambio, apunta que conforme se firmen nuevas operaciones y se amorticen hipotecas fijas, la carga de intereses del sector crecerá

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España afirma que para finales de 2023 “estaría prácticamente completa” la transmisión de la subida de los tipos de interés a los pagos por intereses de los préstamos vivos de los hogares y las empresas a tipo variable y a lo largo de 2024, dichos pagos por intereses “experimentarían un descenso gradual, estabilizándose en 2025 en niveles superiores a los vigentes antes del ciclo de endurecimiento”.

Así lo señala el organismo en su ‘Informe de la situación financiera de los hogares y las empresas’ correspondiente al segundo semestre de 2023 publicado este miércoles.

El Banco de España explica que, en noviembre de 2023 los préstamos a tipo variable suponían algo menos del 70% del saldo vivo tanto de las hipotecas de los hogares como de los préstamos a empresas. En el caso de las hipotecas, la frecuencia de revisión del tipo de interés más habitual es la anual, mientras que para las empresas son más comunes las revisiones trimestrales. De acuerdo con la información de la Central de Información de Riesgos (CIR) del organismo, el vencimiento residual medio de los préstamos bancarios de las empresas se situaba en torno a cinco años en noviembre de 2023, y una cuarta parte de este crédito vencía a lo largo de los 12 meses siguientes, siendo casi un 30% de esas amortizaciones préstamos a tipo de interés fijo. Así, “la transmisión de los mayores tipos de interés de referencia a los de los préstamos a tipo variable está prácticamente completa”.

Con las expectativas actuales del mercado sobre los tipos de interés, “las revisiones pasarían a ser a la baja en marzo de 2024 para los contratos de revisión anual ligados al euríbor a 12 meses, reducciones que serían superiores a los 150 puntos básicos para aquellas actualizaciones que tengan lugar en el último tramo de 2024”. En todo caso, el incremento acumulado a lo largo del ciclo de endurecimiento monetario “seguiría siendo notable”.

En cuanto al servicio de la deuda, el organismo afirma que los hogares y las empresas endeudados comenzarían a experimentar “de manera creciente cierta reducción” de estos gastos. Así, entre diciembre de 2023 y marzo de 2024 los préstamos e hipotecas a tipo variable “podrían experimentar aumentos o reducciones en su carga financiera dependiendo de las condiciones de cada contrato”, según hace constar el Banco de España.

La simulación a partir de los datos de la CIR indicaría que casi un 7% del saldo vivo de las hipotecas a tipo variable vería incrementado su coste en 100 puntos básicos o más entre diciembre de 2023 y marzo de 2024. Solamente un 2% del saldo de crédito a tipo fijo concedido a las empresas estaría expuesto a un incremento superior a 100 puntos. En cambio, alrededor de un 25% del saldo de los préstamos a tipo variable de las empresas y casi un 10% de las hipotecas a tipo variable de los hogares verían reducido su coste en, al menos, 50 puntos hasta marzo de 2024. Para este período de cuatro meses habría una parte importante de la cartera a tipo variable —entre el 60% y el 70%— que no estaría sujeta a revisión y por tanto no registraría variaciones en su coste.

El organismo también hace notar que a medida que se vayan firmando nuevas operaciones y se amorticen las hipotecas a tipo fijo, la carga por intereses del conjunto del sector se elevará debido a que las hipotecas a tipo fijo suponían cerca de un 35% del saldo total de hipotecas en noviembre de 2023 y a que una mayoría de ellas se firmó durante el período de tipos de interés bajos.

PRESIÓN FINANCIERA DE LAS EMPRESAS

El Banco de España también analiza el efecto de la subida de los tipos de interés sobre la presión financiera en las empresas y destaca que en 2022 se elevó “moderadamente” el coste medio de la deuda viva de las empresas, tendencia que “se habría intensificado” en 2023 y que se prevé que se interrumpa en 2024, llegando a revertirse en el caso de los préstamos a tipo variable.

El informe analiza el impacto que este proceso de aumento gradual del coste medio de la deuda de las empresas ha tenido hasta ahora, y el que podría tener en el futuro, sobre la capacidad de las empresas de hacer frente a los pagos por intereses con los resultados corrientes del ejercicio. Para ello, se definen como empresas con presión financiera elevada aquellas cuyos gastos por intereses superan la suma del resultado económico bruto y los ingresos financieros. Para el año 2022 esta información ya está disponible, pero para 2023 aún no, por lo que se realizan simulaciones para dicho ejercicio, así como para 2024.

En 2023 el coste medio anual de la deuda se habría elevado 162 puntos básicos y en 2024 aumentaría adicionalmente, en términos de la media anual, en unos 14 puntos, con y sin renovación de las deudas.

Bajo el supuesto de que todas las deudas de las empresas, tanto bancarias como no bancarias, se renuevan a su vencimiento y de que el resultado bruto permanece constante, se produciría un aumento de 1,3 puntos porcentuales en el porcentaje de empresas con una elevada presión financiera en 2023 con respecto a 2022, lo que lo situaría en niveles cercanos a la media del período 2016-2019. Sin embargo, apenas se produciría variación en el porcentaje de empresas con elevada presión financiera en el año 2024 (aumento de 29 puntos básicos) debido a que la transmisión de la política monetaria a los costes de financiación prácticamente se habría completado en 2023. Si, además de suponer un crecimiento uniforme del resultado bruto, se considera que no se renuevan las deudas al vencimiento, el porcentaje de empresas con una elevada presión financiera aumentaría en 0,8 puntos porcentuales en 2023 con respecto a 2022.

(SERVIMEDIA)
31 Ene 2024
MMR/gja