Macroeconomía

El Banco de España rebaja el crecimiento para 2025 y avisa de que el gasto en defensa no compensará el impacto de los aranceles

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España rebajó tres décimas sus previsiones de crecimiento de la economía española para 2025, hasta el 2,4%, y una décima para 2026, hasta el 1,8%, como consecuencia de “un mayor nivel de aranceles y de incertidumbre” que será incapaz de compensarse, pese al “mayor gasto en defensa e infraestructuras en la Unión Europea (UE).

En 2027, el PIB mantendrá su crecimiento en el 1,7%, como se desprende de las Proyecciones Macroeconómicas e Informe Trimestral de la Economía Española, publicado este martes por el Banco de España.

El gobernador de la institución, José Luis Escrivá, ya adelantó estas cifras el lunes, durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso. Este martes, el director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, profundizó en el contenido del documento, el último que llevará su firma, ya que abandonará el organismo este jueves.

En el informe presentado este martes, el Banco de España justificó que su decisión de recortar 3 décimas sus perspectivas para 2025 proceden del ajuste de dos puntos porcentuales por los datos de crecimiento del PIB del primer trimestre y de la revisión a la baja de los tres últimos trimestres de 2024.

A eso se suman otras dos puntos porcentuales menos por un menor crecimiento de los mercados exteriores, “como resultado del aumento de los aranceles y de la incertidumbre sobre las políticas económicas futuras a nivel global”, que afectarán a las decisiones de consumo e inversión de las familias y empresas.

Sin embargo, todo ello se verá ligeramente contrarrestado por el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que según el Banco de España podría suponer un impulso al alza sobre la tasa de crecimiento de la actividad en 2025 de 0,1 puntos porcentuales.

El crecimiento de la economía española en los próximos años se deberá en buena medida al dinamismo de la demanda interna. En particular, será el consumo privado el que más aporte, “fruto de la evolución favorable que se proyecta para la renta disponible, el empleo y la población”, aunque en el largo plazo también se espera una desaceleración.

La formación bruta de capital aumentaría su contribución al crecimiento del PIB en 2025 con respecto a 2024, y se mantendrá con solidez en 2026 y 2027, gracias a los fondos europeos y a unas mejores condiciones de financiación y del dinamismo de la inversión residencial.

Por su parte, el consumo público tendrá un peso más moderado tras los repuntes de 2023 y 2024, aunque se verá impulsado igualmente por el aumento del gasto en defensa.

Por el contrario, las perspectivas son poco halagüeñas para la demanda exterior en 2025 y 2026, con un descenso del 0,3%, y del 0,1%, respectivamente. En el caso de las exportaciones, “se contempla una gradual desaceleración de las llegadas de turistas internacionales”, mientras que las exportaciones de servicios no turísticos, en auge tras la pandemia, también se moderarán hasta 2027.

En lo que respecta a las exportaciones de bienes, se contempla una “ligera contracción en 2025” a causa del escenario comercial internacional y al débil crecimiento de la zona euro. Por el lado de las importaciones de bienes y servicios, mantendrán un crecimiento robusto este año, favorecidas por el dinamismo de los últimos trimestres, aunque se moderarán en 2026 y 2027.

Para 2026, el Banco de España estima una tasa de crecimiento del 1,8%, una décima por debajo de sus previsiones anteriores, “debido a la revisión a la baja del crecimiento de los mercados exteriores y al impacto negativo sobre la actividad de unos niveles de incertidumbre de cara al futuro más elevados que los considerados hace tres meses”. No obstante, se verían compensados parcialmente por un mayor gasto en defensa e infraestructuras en la UE, que podría ascender al 0,7 % del PIB en el período 2025-2027.

Gavilán precisó en su intervención que las proyecciones están marcadas por una importante incertidumbre que ya “no se circunscribe solo a lo que pasa con los aranceles” sino que se está expandiendo a muchas dimensiones, como la política monetaria, con “dinámicas anómalas” en los mercados financieros.

LA INFLACIÓN CAERÁ TRAS EL VERANO

A pesar de que los precios han seguido una senda descendente en lo que va de año, el Banco de España advirtió en su informe de que en los próximos meses subirá hasta el entorno del 2,5%, “condicionada por el componente energético y por el fin previsto de las subvenciones al transporte público en el mes de julio”.

Sin embargo, pasado el verano iniciará un camino descendente en el que volverá a aproximarse a tasas cercanas al 2% y, en concreto, al 1,7% promedio en 2026. Pese a esta moderación, el organismo se mantendrá alerta en 2027, para cuando espera un repunte hasta el 2,5%.

“Los factores que condicionarán en mayor medida la evolución de la inflación irán variando a lo largo del horizonte de proyección”, admitió el organismo en su informe.

Así, en 2025, la moderación estará explicada “por una menor contribución de los precios de consumo de los alimentos, cuyo ritmo de avance se espera que se desacelere en este ejercicio”. En 2026, la razón de la caída de los precios se deberá a “una menor aportación de la inflación subyacente y, en particular, de la inflación de los servicios”.

Sin embargo, en 2027 el repunte estará motivado por la introducción de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión en la UE.

En lo que respecta a la inflación subyacente, este año se mantendrá por encima del 2,5%, con una persistencia mayor a la prevista inicialmente. En 2026 y 2027, se espera una desaceleración más intensa, hasta el 2%, “en un contexto de ralentización de la actividad, de menores presiones salariales y de moderación de los flujos turísticos”.

EL EMPLEO CRECERÁ PERO MÁS LENTO

Las proyecciones del Banco de España constataron que la creación de empleo se prolongará a lo largo del período 2025-2027, aunque su ritmo de avance disminuirá a partir de la segunda mitad de este año. Para este año, el incremento del empleo avanzará al 2,2%, pero en los dos ejercicios venideros quedará en tasas del 1%.

Este año cerrará con una tasa de paro del 10,5%, similar al de las previsiones anteriores. Sin embargo, se eleva ligeramente para 2026 y 2027. En el próximo ejercicio, se estima en el 10,2%, dos décimas más, y en el siguiente, en el 9,7%, con un incremento de dos décimas.

Esta cierta desaceleración será causada por el incremento de la población activa, que se verá “muy influida” por la evolución prevista para los flujos migratorios. En conjunto, entre 2024 y 2027 la tasa de paro se reduciría desde el 11,3 % al 9,7 %.

En relación con la productividad por ocupado, el Banco de España espera un menor dinamismo en su ritmo de crecimiento en 2025, en parte debido a un inicio de año en el que esta variable experimentó una notable desaceleración. Para 2026 y 2027, se proyecta que el crecimiento de la productividad por ocupado repunte hacia tasas coherentes con su promedio histórico, en torno al 0,7%.

La productividad por hora trabajada, por su parte, mantendría un tono positivo en 2025 y avanzaría un 1,4%. En 2026 y 2027, esta variable aumentaría con arreglo a su media histórica, en el 0,8 %.

En lo que respecta al déficit público, el Banco de España mantiene su estimación en el 2,8% del PIB para este año, y quedará en el 2,6% en el bienio 2026-2027.

La ratio de deuda pública se reduciría marginalmente desde el 101,8 % del PIB en 2024 al 101,3 % en 2027.

(SERVIMEDIA)
10 Jun 2025
NFA/gja