A su juicio, la contención de la inflación y el déficit corriente permitirán al Banco de España "acompañar al Bundesbank en el descenso de sus tipos oficiales a lo largo del 93, sin que la peseta se deprecie mucho más allá de su tipo central frente al marco".

Para Banesto, incluso l descenso del Banco de España podría ser "algo más agresivo", siempre que la política presupuestaria y las medidas estructurales "acaben asumiendo un mayor protagonismo".

No obstante, consideran que este escenario está sujeto a algunas incertidumbres, derivadas principalmente de las presiones que pueda sufrir el franco francés y de que se produzcan desviaciones significativas en la ejecución presupuestaria.

En opinión de estos expertos, "existe el riesgo de que los descensos de los tipos de inteés alemanes a lo largo de 1993 resulten insuficientes, bien por su magnitud o bien porque no se acometan con la necesaria rapidez, como para evitar que se reaviven las presiones sobre el franco francés".

Si ocurriera eso, el peligro para España estriba en que el franco arrastraría a las divisas "periféricas" del Sistema Monetario Europeo "y en particular a la peseta provocando, cuando menos, una corrección al alza de los tipos de interés".

El otro factor de incertidumbre está ligado a la evolució de las cuentas públicas, que será más negativa en la primera mitad del año, como consecuencia del menor crecimiento de la economía.

"Estas circunstancias", señalan los expertos de Banesto, "unidas al optimismo del objetivo de déficit establecido para el conjunto del año, podrían hacer que los mercados dudasen de la capacidadd del gobierno para reconducir el déficit, especialmente si se considera que estamos en un año electoral".