Pina valoró positivamente la actitud de las compañías en las negociaciones que mantiene para buscar una soluión a la congestión que padece el primer aeropuerto madrileño.

El presidente de AENA afirmó que la solución que se adopte debe ser consensuada para causar el menor daño posible a los compañías que se puedan ver afectadas, y explicó que todas las opciones están abiertas.

No obstante, apuntó que existen problemas técnicos que hacen más viables unas opciones que otras, como ocurre con Torrejón, donde las operaciones plantearían un conflicto de espacio aéreo con el propio aeropuerto Barajas.

Tamién explicó que en el aeropuerto madrileño existe un déficit de unas 26 operaciones de aeronaves por hora (despegues y aterrizajes) y que es precisamente esta saturación la que se necesita desviar a una terminal alternativa mientras se construye la tercera pista de Barajas.