Preguntado en los pasillos del Congreso si, en su opinión, la dirección socialista emplea el mismo rasero al pronunciarse sobre las manifestaciones de cualificados miembros del partido, Barrionuevoafirmó: "Quizá no y propongo que se utilice el mismo, que no se haga nada en ningún caso".

El diputado socialista se refería con esas palabras a los efectos provocados por la polémica que protagonizó el presidente madrileño, Joaquín Leguina, con sus críticas públicas al funcionamiento de la Ejecutiva del PSOE.

Leguina recibió una reprimenda pública de la propia Ejecutiva, y acto seguido, duros ataques por parte del sector guerrista del partido a través de la ministra de Asuntos Sociales, Matilde ernández, y del líder de los socialistas extremeños, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Mientras la Ejecutiva llamó a capítulo al jefe del Ejecutivo madrileño, ha declinado pronunciarse sobre las declaraciones de Matilde Fernández y Rodríguez Ibarra.

Por ese motivo, Barrionuevo exhortó a la Ejecutiva a que emplee patrones de medir similares al valorar las declaraciones de dirigentes socialistas. A su juicio, ninguna opinión de miembros del partido debe recibir represalias de los órganos de dirección dl PSOE.

José Barrionuevo dijo que "todas las personas que se pronuncian son responsables y respuestas de este tipo no son adecuadas".

Barrionuevo, una de las pocas voces que han salido en defensa de Leguina, insistió en que uno de los defectos del presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid es que "habla bastante, pero siempre dentro y fuera del Comité Federal". A su entender, la polémica abierta por las citadas declaraciones ya está zanjada.