Esta declaración se produjo al final de la tercera jornada del debate del dictamen de Comisión sobre el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, que fueron protagonizadas por los ataques vertidos por Carla Toscano, diputada de Vox, hacia Irene Montero.

En concreto, Toscano tachó a Montero de "libertadora de violadores" y aseguró que “el único mérito” que había cosechado en su vida es “haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”.

Montero contestó acto seguido a la diputada de Vox desde su escaño y visiblemente emocionada. Pidió que no se borre del Diario de Sesiones del Congreso los insultos proferidos contra ella para que "conste la violencia política y quien la ejerce”, y aseveró que “las feministas y las demócratas somos más y les pararemos los pies a esta banda de fascistas con más derechos".

Tras esta sucesión de hechos, Batet quiso recordar “la importancia de mantener el respeto” en el Congreso entre los propios diputados y hacia la Cámara porque eso “significa el respeto al pueblo español”.

Lamentó que durante la sesión se escucharon “expresiones” que, desde su punto de vista y el de “la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, nada tienen que ver con el comportamiento que se espera de nosotros, de aquellos que ostentamos la representación de la soberanía popular”.

“Les pido encarecidamente, una vez más, por favor, que reflexionen la imagen que trasladamos fuera de esta Cámara individualmente y colectivamente. Somos el Parlamento de España. Somos los representantes de todos los ciudadanos de este país. Y si queremos una sociedad que se respete, debemos respetarnos entre nosotros. Les pido por favor que no vuelva a haber incidentes como los que hemos vivido durante el día de hoy”, declaró.