Así lo comentó en la rueda de prensa para dar detalles sobre el folleto de la opa por Sabadell publicado este viernes.

Torres expuso que, si la resolución fuera favorable y en un plazo de año y medio o dos años, “pudiera haber algún adelantamiento del proceso de fusión”, que sería de “un año como mucho”.

El presidente de BBVA afirmó que el impacto de la decisión del Gobierno es en el retraso de las sinergias, pues el banco vasco prevé que estas se completen en 2029, un año más tarde que lo previsto sin la condición, teniendo en cuenta que la suspensión para no fusionarse dure tres años y acabe en 2028, aunque cabe la posibilidad de que se prorrogue por dos años más.

Aun en ese caso, consideró que la oferta “sigue siendo igualmente atractiva” y que la operación “no depende de que decaiga la condición del Consejo de Ministros”, puesto que el escenario central es con esa condición, y tampoco piensa en qué puede pasar si hay cambio de Gobierno, ya que las elecciones generales serían en 2027, mientras dura la suspensión del Gobierno.