Así lo pusieron de relieve el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenech; el estratega jefe de XTB brokers, Pablo Gil; y el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle, durante el diálogo ‘Perspectivas económicas tras la guerra de Ucrania’, organizado por Servimedia.

“La guerra de Ucrania es lo que los economistas denominamos una perturbación de oferta negativa, que nos trae menos crecimiento y más inflación”, señaló Rafael Domenech, quien avisó de que “hay buenas razones” que hacen pensar que este contexto será “duradero”, aunque “posiblemente, no a los niveles que estamos viendo”.

En este sentido, Pablo Gil lanzó un mensaje de advertencia: “Hay que ser francos. Vamos a ser más pobres todos y la economía va a crecer a un ritmo menor de lo que teníamos previstos”.

Además, sostuvo que la inflación va a ir más allá de la energía, porque afecta a bienes de primera necesidad y, por tanto, es “muy difícil escapar” al alza de los precios. De este modo, alertó de que “hay negocios que no son viables con estos costes” y declaró que si las personas tienen menos dinero para comprar, “se reducen también los márgenes de las empresas".

Con todo, advirtió de que “todavía estamos en los inicios” de la situación que se ha desatado por la guerra en Ucrania, por lo que afirmó que “hay que pensar que nos vamos a enfrentar a una situación muy complicada”. Por ello, destacó el “riesgo” de estanflación, a lo que podría sumarse la imposición de aranceles en el comercio internacional, lo que en su opinión agravaría la crisis.

Gil criticó a quienes defienden la ‘teoría Monetaria Moderna’ de que “se puede crear el dinero” sin consecuencias para tratar de superar una situación complicada. A su juicio, esto favorece “la depreciación del dinero” y esto “te hace más pobre”.

SOLUCIÓN EFICIENTE

Además, indicó que las soluciones que se están implementando “tienen un coste” porque “tarde o temprano” habrá que volver al ajuste presupuestario, lo que “se consigue o creciendo más o subiendo impuestos”. Para Gil, “estamos en una situación cada vez peor y no hemos encontrado una forma eficiente de combatirla. Pero no ahora. Llevamos sin encontrarla desde la gran crisis financiera en 2008”.

Por su parte, Daniel Lacalle señaló también que “estamos en un momento de desaceleración de las economías desarrolladas y con subida de las estimaciones de inflación”, al tiempo que explicó que la guerra de Ucrania tiene efectos muy importantes “sobre materias como el aluminio, el paladio, los cereales, el petróleo y el gas, entre otros.

Asimismo, este economista subrayó que se pueden generar “problemas de segunda derivada para países como España” que exportan a los países que más impactados van a estar por la guerra.

Precisamente, en cuanto al impacto de la guerra en Rusia, este experto detalló que la economía de dicho país puede caer entre un 11% y un 20%, mientras que aseguró que cada mes que dure la guerra supondrá seis meses de “erosión” en las economías “más afectadas” que “son, obviamente, las europeas”.

“Vamos a ver un período en el que el impacto sobre el crecimiento va a ser significativamente mayor a las estimaciones y, lo que era un problema de inflación, se va a aumentar por el riesgo real de acceso a bienes y servicios”, aseveró Lacalle. Eso sí, precisó que ahora mismo no hay un problema de acceso a bienes, sino que solo es una cuestión de precios.

OPTIMISMO

Pese a este escenario, Rafael Domenech, de BBVA Research, se mostró más optimista de cara al futuro, ya que manifestó que “no estamos condenados a una situación recurrente de estanflación” si se hacen “las cosas medianamente bien”.

En este punto, defendió que “ni siquiera es seguro” que este año España registre un crecimiento “por debajo” de su “potencial”. A su juicio, incluso con “una leve recesión” de medio punto en el segundo y tercer trimestre de 2022, España podría crecer en conjunto un 3%.