Lo dijo durante su participación en el acto ‘Con todas, por todas’, que Podemos celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, un evento que se convirtió en un ejercicio de apoyo y solidaridad a Irene Montero después de que fuera insultada en el Congreso por la diputada de Vox Carla Toscano, quien la llamó “libertadora de violadores” y considerara que su único mérito es haber “estudiado a fondo” a Pablo Iglesias.

En su intervención, Ione Belarra aseveró que su presencia en el acto se justificaba en el hecho de “arropar” a Irene Montero y a su equipo, a quienes agradeció los “avances feministas” que han impulsado desde el Ministerio de Igualdad. “Realmente estáis colocando a España en la vanguardia de los avances de los derechos feministas”, apostilló.

Esto le sirvió para observar que “muchas veces los avances se ven con mucha más claridad desde fuera”, como lo constata el “inmenso apoyo internacional de cariño y solidaridad” que Irene Montero ha recibido esta semana de los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Argentina, Alberto Fernández, y del diputado de La Francia Insumisa Jean-Luc Mélenchon.

“No a la violencia política, basta ya de violencia política contra Irene Montero y contra las mujeres de este país”, exclamó.

Ione Belarra deploró que la “cacería política contra Irene Montero y el Ministerio de Igualdad es la más salvaje vivida en los últimos años, la más salvaje desde que se conformó el gobierno de coalición y desde que fundamos Podemos. Hay que decirlo alto y claro”.

En ese sentido, responsabilizó de esa “cacería” a “la derecha judicial, a la derecha política y a la derecha mediática, y también a una parte muy importante de la progresía mediática”. “Basta ya de cacerías contra las mujeres, contra las feministas, contra Irene Montero”, exigió.

La titular de Derechos Sociales rememoró sus años universitarios con Irene Montero para presentarla como “una estudiante brillante que renunció a una beca en Harvard para involucrarse en el proyecto de Podemos”.

“La admiraba y la sigo admirando ahora”, dijo Ione Belarra, máxime cuando “su familia y ella han aguantado cosas que nadie debería aguantar en una democracia plena, nadie debería aguantar el acoso de fascistas en la puerta de una casa en la que viven tres niños pequeños, nadie debería soportar mentiras, bulos, ‘fake news’, persecución judicial”.

A pesar de ello, llamó a tener presente que “el objetivo siempre ha sido la destrucción personal para destruir un objetivo político”, puesto que “destruirla es destruir los sueños de miles de mujeres en España, que hemos dicho que queremos ser felices y vidas libres de violencia”.

Alertó de que lo sucedido con Irene Montero esta semana busca mandar un mensaje a las mujeres: “que ocupemos el puesto que siempre han guardado para nosotros, quédate donde estás, tú marido te pega lo normal, estarás ahí porque te has tirado al jefe, quédate en casa, cuida a tus hijos y a tus padres cuando sean mayores y no estudies matemáticas porque eres chica”. “A eso es a lo que vamos a decir que no”, advirtió.

Belarra señaló que “la intervención de Vox es la gota que colma el vaso, y es muy grave”; sin embargo, expuso que “el vaso empezó a llenarse mucho antes, con horas y horas de tertulias en radios y televisión desprestigiando a una ministra porque es joven, mujer, feminista, porque está haciendo historia colocando a España en la vanguardia de los derechos de las mujeres”.

A su juicio, “la brutalidad de los ataques es la consecuencia de los avances de los derechos”, puesto que Irene Montero, “sin duda, está impulsando las propuestas más ambiciosas y transformadoras” y “los avances más grandes” en los últimos 40 años.

Por ello, dibujó al PP y a Vox como “los herederos de la tradición reaccionaria de España, siempre han odiado a las mujeres, a la democracia y al avance en derechos”, como lo atestigua su oposición a las leyes del divorcio, del aborto y del matrimonio igualitario.

Por su parte, reflexionó sobre el hecho de que estos partidos y sus entornos socioeconómicos y mediático “odian a Irene más que a Pablo (Iglesias, exvicepresidente segundo del Gobierno y exsecretario general de Podemos)”, ya que mientras que el segundo es “nieto e hijo de los perdedores y de los encarcelados del franquismo”, ella es “hija de la clase obrera, estudió en la universidad gracias a una beca, aprendió a hacer política desde un colectivo social, sin tradición política familiar”.

Por último, dejó claro que “sé que vamos a aguantar”, y pidió a Irene Montero que “no nos roben la sonrisa, el buen humor, la felicidad. Aquí, hermana, está tu manada. Vamos a protegernos como siempre nos hemos protegido las mujeres, dándonos la mano y poniendo el cuerpo”.