Belarra protagonizó en una sala del Congreso de los Diputados, junto al secretario de Organización de Izquierda Unida, Ismael González, el discurso de bienvenida a los europarlamentarios ante las jornadas que compartirán en Madrid esta semana por detentar España la Presidencia rotatoria del Consejo Europeo. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, también intervendrá en uno de los actos, pese a que Sumar hizo de anfitrión en septiembre de la reunión de otro grupo de la Eurocámara, el de Los Verdes.

La secretaria general de Podemos quiso hacer balance del primer Gobierno de coalición progresista, reiterando bastantes de los estribillos de su partido en clave nacional, pero en este caso ante eurodiputados: que Podemos consiguió romper la “cláusula de exclusión histórica” por la que partidos a la izquierda del PSOE no podían gobernar, y haber podido “gobernar con la socialdemocracia y vivir para contarlo”.

Presentó al Gobierno español como “alumno aventajado” de la UE por su gestión de la crisis del coronavirus, algo “paradójico” cuando en Europa dominan los liberales, empezando por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Seguidamente enumeró algunos de sus logros, pero citó sólo los atribuibles a Podemos, como el escudo social, la Ley de Vivienda con la intervención del alquiler; el tope al gas, “que ha sido un debate europeo de primer nivel”, y la ”nueva generación de derechos feministas” que han ”colocado a España como una referencia”. No mencionó ni los ERTE ni la reforma laboral, de los que suele presumir Díaz.

Belarra también quiso detenerse en el ”cómo”, en concreto la forma de haber “conseguido que el Partido Socialista aceptara una serie de medidas que no quería aceptar”. Y aquí enumeró los rasgos con los que se autodefine Podemos en oposición a Sumar y los partidos que simpatizan con Díaz.

"VOLUNTAD DE PODER" Y "DEBATE PÚBLICO"

En primer lugar, citó “la voluntad de poder” que tenía Podemos y que le llevó a negarse a un acuerdo de investidura que no pasara por su entrada en el Gobierno; en segundo , el “debate público”, porque “la socialdemocracia necesita de nuestro silencio, de nuestra complicidad”. “Es lo que ellos esperaban de nosotros, que con nuestro silencio aceptáramos las reglas del juego”, detalló.

“Ese debate ha sido fundamental para que la gente nos entendiera”, aseguró la líder de Podemos, presumiendo de haber hecho del Gobierno “un terreno de combate ideológico”; algo que, aunque la “progresía mediática” lo llamara “ruido”, piensa que “ha sido una de las claves del éxito”. En la misma línea, resaltó la “capacidad de resistir la presión mediática” que habría caracterizado a Podemos, por ejemplo ante la guerra en Ucrania; otra diferenciación tácita de Sumar y en la que percibe que ahora coincide hasta el Gobierno de EEUU.

Belarra terminó insistiendo en que, para los próximos años, “hace falta valentía y estabilidad" y “construir un espacio político que mire claramente a la izquierda”. Así, proclamando que Podemos “no se pone de perfil”, dijo tener “claro que nuestra referencia política en Europa es La Izquierda”, otra distinción de Sumar, que también se adscribe a Los Verdes.

Por su parte, Ismael González también hizo una referencia interpretable en clave nacional al destacar que los partidos de izquierda tienen “muchas debilidades como organizaciones” porque les falta “trabajar con el pueblo y construir solidaridad y poder popular”, teniendo “más contacto con el pueblo”. IU está últimamente exigiendo a Sumar que se construya como el movimiento ciudadano que prometió, aunque lo retrasara el adelanto de las elecciones generales.