Belloch explicó que en el terreno internacional, "que estábamos ocupando un papel susperior al que nos correspondía objetivamente como paí, empezamos a estar por debajo de lo que es equilibrado y razonable".

Añadió que "es difícil no advertir que el de Justicia es un ministerio que se desmorona como un castillo de arena ante la mirada atónita de la ministra y sus colaboradores". Sobre la enseñanza manifestó que "la inquietud en el mundo de la enseñanza pública ante los propósitos gubernamentales de transferir recursos esenciales a la enseñanza privada, está también justificada".

Tras señalar que "el tono y las maneras traicionan co excesiva frecuencia a los portavoces habituales del PP", dijo que "si a todo lo anterior añadimos una notable persistencia en olvidar como inexistentes los compromisos electorales, la consecuencia es que este contraste entre lo manifestado y lo que realmente lleva a cabo el Gobierno abunde en las razones de los ciudadanos para el abandono y el descrédito de la política y de lo público".

También señaló que el Partido Socialista merece "una reflexión nada complaciente" y se cuestionó si es el mismo parido que ilusionó en 1982 a más de diez millones de votantes y "logró transformarse en un auténtico concepto-fuerza, que encarnó la voluntad de cambio de toda la parte más viva de una sociedad".

REGENERACION

Belloch se mostró partidario de una "regeneración". "Es la hora", dijo, "de una reformulación profunda, real y sencilla de la política, para sustraerla con realismo al monopolio de los profesionales de la política y abrirla de forma que se haga accesible a los ciudadanos". "Es imprescindible que ambiemos las formas de hacer política y que sepamos cambiar los modos".

En este sentido, se mostró partidario de "un sistema de incompatibilidades interno, un control transparente, interno y externo de las finanzas de los partidos; una financiación que dependa de modo tendencialmente mayoritario de las cuotas de los afiliados; una administración y unos órganos internos más sencillos y eficientes, adaptados a las necesidades actuales de nuestro trabajo y ajenos a cuotas de presencia, poder o influencia.." Todo ello lo resumió en "dar una razonable sacudida a los partidos políticos".

Sobre la nueva Ejecutiva Federal del PSOE, apostó, para que sea "un instrumento eficaz", porque sea reducida, compuesta por personas dedicadas íntegramente a este trabajo, con democracia paritaria y presencia de jóvenes.

Belloch se mostró partidario de un pacto entre los partidos sobre la articulación territorial del Estado, de un reparto del trabajo compatible con la productividad, de una apuesta radical por la edcación pública y de un nuevo contrato social entre hombres y mujeres.