El origen de estos beneficios son los ingresos extraordinarios de más de 41.000 millones que la nueva sociedad propiearia de Teneo y del 21% de Repsol en manos del Estado prevé ingresar en concepto de beneficios fiscales por su creación, ya que de no ser así, el déficit de explotación a finales de 1995 ascendería a 24.500 millones de pesetas.

La creación de SEPI es el último paso en la disolución del INI, tras formalizarse la semana pasada el traspaso del patrimonio de Teneo de 680.000 millones de pesetas y de 560.000 millones de la deuda histórica del instituto a la nueva sociedad estatal, cifra muy inferior a los 00.000 barajados inicialmente.

Esta carga financiera es la principal responsable del déficit de explotación de la SEPI, ya que los intereses que conllevan superarán los 33.000 millones de pesetas en el presente ejercicio.

Entre 1996 y el año 2000, la SEPI prevé obtener unas cuotas fiscales de unos 245.000 millones de pesetas, que permitirán a la sociedad no elevar su déficit en sus tres primeros años de vida, en los que se estima un resultado de explotación con 'números rojos'.

Simultáneamene, ha sido autorizado el traspaso a la nueva Agencia Industrial del Estado (AIE) de las empresas que dependían directamente del Instituto Nacional de Industria, es decir, las que sufren procesos de reconversión o están sujetas a contratos programa con el Estado. La AIE recibe en total unos activos de 683.000 millones de pesetas.

Las participaciones que quedarán en la SEPI definitivamente serán, además de Teneo y el 'paquete' estatal de Repsol, el 9% de Enagás, el 91% de Sagane, el 3,8% de Gas Natural,el 10% de Newcomar y el 0,22% de Euroforum.

Por su parte, la AIE se quedará con las participaciones del INI en las empresas Astilleros Españoles (AESA), Astano, Barreras, Santa Bárbara, Bazán, Hunosa, Figaredo, Productos Tubulares, Presur, Sidenor, CSI, AHV-Ensidesa Capital, AHM y Potasas de Navarra.