El recuerdo de Fernando Múgica Herzog, asesinado el martes pasado, ocupó el lugar central en la conmemoración, a la que asistieron también el secretario general de los socialistas vizcaínos, Nicolás Redondo Terreros, y el presidente del PSOE, Ramón Rubial.

Benegas recordó a todos los socialistas que han luchado contra el fascismo y contra el nazismo alemán y que se enfrentan de nuevo a un neofascismo como es el dela banda ETA y su entorno.

"Hoy estamos nuevamente enfrentados desde esta agrupación, desde lo que es su historia, desde lo que es la trayectoria del Partido Socialista en esta tierra, enfrentados nuevamente a un neofascismo porque son fascistas", dijo.

Benegas afirmó que no lograrán debilitar el coraje de los socialistas, en la primera línea combatiendo siempre la intolerancia y la violencia.

El recuerdo lo extendió a todas las víctims del terrorismo etarra. "En modo alguno queremos ensalza a las víctimas socialistas y olvidarnos de las demás", añadió. El dolor que sentimos por la pérdida de Fernando Múgica es compartido con el dolor por todas y cada una de las víctimas de ETA".

Los socialistas de Erandio se reafirmaron en el compromiso de luchar contra el terrorismo con la palabra y la ley en la mano y destacaron las premisas necesarias, como la unidad democrática, la firmeza en la defensa de los principios democráticos y exigir eficacia a todos los cuerpos policiales.

En este senido, Benegas dio por zanjada la polémica sobre la actuación de la Ertzaintza y afirmó su total fe en el compromiso del consejero Atutxa de acabar con la banda ETA. También pidió mayor colaboración internacional.

Benegas condenó la violencia fascista que los jóvenes de Jarrai siembran en las calles y pidió reformas como los juicios rápidos, las reformas procesales, el valor probatorio de los vídeos y la responsabilidad subsidiaria, para que los delitos no queden impunes.

En el terreno político, reartió las críticas entre el Partido Popular por contribuir a la crispación y "porque si llega al poder desmontará el estado de bienestar" y a Izquierda Unida, por su pasividad y su apoyo a la derecha.

Nicolás Redondo Terreros unió a la condena del asesinato de Fernando Múgica los recuerdos de su infancia, cuando el hogar de la familia Múgica era "una auténtica casa del pueblo, abierta a cuantos socialistas y demócratas llamaban a su puerta".