Ciencia

Los besos extendieron el virus del herpes labial hace 5.000 años

- Al importarse esa práctica desde Oriente hacia Europa, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

El herpes labial surgió hace cerca de 5.000 años al florecer el virus HSV-1 por una práctica cultura importada de Oriente consistente en los besos románticos y sexuales.

Esta es la conclusión principal de un estudio realizado por 21 investigadores pertenecientes a instituciones de Alemania, Estonia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Rusia, y publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’.

Ese equipo internacional, dirigido por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha descubierto y secuenciado por primera vez genomas antiguos del virus del herpes que comúnmente causa llagas en los labios y actualmente infecta a unos 3.700 millones de personas en todo el mundo.

Las últimas investigaciones sugieren que la cepa del virus HSV-1, que causa el herpes facial tal como lo conocemos hoy, surgió hace unos 5.000 años a raíz de las grandes migraciones en la Edad del Bronce desde las praderas esteparias de Eurasia hasta Europa y auges demográficos asociados que impulsaron las tasas de transmisión.

El herpes tiene una historia que se remonta a millones de años y formas del virus infectan especies desde murciélagos hasta corales. Sin embargo, a pesar de su prevalencia contemporánea entre los humanos, los científicos señalan que los ejemplos antiguos de HSV-1 son sorprendentemente difíciles de encontrar.

Los autores del estudio subrayan que el florecimiento neolítico del herpes facial detectado en el ADN antiguo pudo haber coincidido con la llegada de los besos románticos y sexuales como práctica cultural procedente de Oriente.

“El mundo ha visto mutar la covid-19 a un ritmo rápido durante semanas y meses. Un virus como el herpes evoluciona en una escala de tiempo mucho mayor”, indica Charlotte Houldcroft, del Departamento de Genética de la Universidad de Cambridge, que añade: “El herpes facial se esconde en su huésped de por vida y solo se transmite por contacto oral, por lo que las mutaciones ocurren lentamente a lo largo de siglos y milenios”.

ADN DENTAL

El equipo logró encontrar el herpes en los restos de cuatro individuos que se extendieron durante un periodo de 1.000 años y extrajo el ADN viral de las raíces de los dientes. El herpes a menudo brota con infecciones bucales: al menos dos de los cadáveres antiguos tenían enfermedad de las encías y un tercero fumaba tabaco.

La muestra más antigua provino de los restos un hombre adulto excavados en la región de los Montes Urales de Rusia, que datan de finales de la Edad del Hierro, hace unos 1.500 años.

Dos muestras más eran locales de Cambridge: una mujer de un antiguo cementerio anglosajón a unas pocas millas al sur de la ciudad, que data de los siglos VI a VII, y un hombre adulto joven de finales del siglo XIV que fue enterrado en los terrenos del hospital benéfico medieval de Cambridge (que más tarde se convertiría en el St. John's College) y que había sufrido terribles abscesos dentales.

La muestra final provino de un hombre adulto joven excavado en Países Bajos: un ferviente fumador de pipa de arcilla, muy probablemente masacrado por un ataque francés a su pueblo a orillas del Rin en 1672.

"Examinamos muestras de ADN antiguas de alrededor de 3.000 hallazgos arqueológicos y obtuvimos solo cuatro resultados de herpes", indica Meriam Guellil, del Instituto de Genómica de la Universidad de Tartu (Estonia).

Lucy van Dorp, del Instituto de Genética de la University College de Londres (Reino Unido), recalca: "Al comparar el ADN antiguo con muestras de herpes del siglo XX, pudimos analizar las diferencias y estimar una tasa de mutación y, en consecuencia, una línea de tiempo para la evolución del virus".

"Todas las especies de primates tienen una forma de herpes, por lo que asumimos que ha estado con nosotros desde que nuestra propia especie abandonó África. Sin embargo, algo sucedió hace unos 5.000 años que permitió que una cepa de herpes superara a todas las demás, posiblemente un aumento en las transmisiones, que podría haber estado relacionado con los besos", resume Christiana Scheib, investigadora del St. John’s College de la Universidad de Cambridge y jefa del laboratorio de ADN antiguo de la Universidad de Tartu.

BESOS PROHIBIDOS

Los investigadores señalan que el registro más antiguo conocido de besos es un manuscrito hallado en el sur de Asia y datado en la Edad del Bronce, y sugieren que esa costumbre, lejos de ser universal en las culturas humanas, puede haber viajado hacia el oeste con migraciones desde Eurasia hacia Europa.

De hecho, siglos después, el emperador romano Tiberio intentó prohibir los besos en funciones oficiales para evitar la propagación de enfermedades, un decreto que puede haber estado relacionado con el herpes. Sin embargo, la transmisión del HSV-1 habría sido ‘vertical’ durante la mayor parte de la prehistoria humana, es decir, la misma cepa pasaba de la madre infectada al recién nacido.

Dos tercios de la población mundial menor de 50 años ahora son portadores del HSV-1, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para la mayoría de las personas, las llagas ocasionales en los labios que resultan son vergonzosas e incómodas, pero en combinación con otras dolencias (sepsis o incluso covid-19, por ejemplo), el virus puede ser fatal. En 2018, dos mujeres murieron de infección por HSV-1 en Reino Unido después de un parto por cesárea.

“Solo las muestras genéticas que tienen cientos o incluso miles de años nos permitirán comprender cómo los virus de ADN como el herpes y la viruela del mono, así como nuestro propio sistema inmunológico, se están adaptando en respuesta unos a otros”, apunta Houldcroft.

(SERVIMEDIA)
27 Jul 2022
MGR/clc