La pieza, que será cedida en depósito por el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra y se instalará en la rotonda donde confluyen la avenida Víctimas del Terrorismo y la calle Cristóbal Colón, justo al lado del parque Miguel Ángel Blanco, es la versión española del Flack 88 diseñado por ingenieros alemanes en los años 30 del siglo XX. En la muy cercana glorieta de la Constitución Española ya se halla desde 2021 el caza Mirage F1.

El Flack 88 se hizo célebre en la Segunda Guerra Mundial por su eficacia como cañón anticarro contra los tanques aliados, primero en el frente en el norte de África y después en Europa. Pero ya antes su versión Flack 18 se estrenó en la Guerra Civil española de la mano de la Legión Cóndor. La experiencia en esta contienda previa permitió desarrollar después nuevas versiones del Flak 88 como la 36, 37 o la 41.

España recibió entre el final de la guerra y la década de los años 40 más de un centenar de piezas de esa primera versión. Después, la fábrica de armas de Trubia produjo 240 unidades del modelo denominado FT-44, el que se expondrá en Boadilla, con las especificaciones del Flak 37 pero con el tubo monobloque del Flak 18.

El Ayuntamiento de Madrid, bajo la Alcaldía de Ana Botella, ya instaló en 2013 en una glorieta del barrio de Montecarmelo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo una pieza de este tipo en homenaje a la artillería antiaérea española. Cuatro años después, su sucesora, Manuela Carmena, decidió la retirada del cañón, precisamente por tratarse de un modelo de cañón con pasado nazi y utilizado por el ejército franquista en la Guerra Civil.