Se trata de un foro en el que se darán cita hasta 50 ministros de Justicia de todo el mundo y cerca de 300 altos funcionarios, académicos y expertos.

Durante su intervención en esta jornada inaugural, el ministro aprovechó para poner de relieve la "necesidad de impulsar reformas profundas que permitan a los sistemas judiciales responder al ritmo de los cambios sociales". Así, destacó que "la Justicia debe ser entendida como un servicio público esencial", haciendo hincapié en "su papel como uno de los poderes del Estado", garantía de derechos, pieza clave del Estado social y palanca de igualdad real.

Por ello, defendió que la Justicia "no puede permitir que la brecha entre el ritmo de las reformas y el ritmo del cambio social siga creciendo", poniendo así énfasis tanto en las reformas judiciales que afronta el Gobierno como en la necesidad de que se tramiten rápido.

El ministro también advirtió del impacto de los nuevos desafíos globales, como la inteligencia artificial, la emergencia climática, la desigualdad o la polarización, y recalcó la necesidad de afrontarlos "con reformas estructurales, planificación a largo plazo y cooperación internacional".

En este sentido, Bolaños presentó ante la comunidad internacional reunida en Madrid "el proceso de modernización que España está desarrollando en el ámbito judicial". Y no dudó en destacar que, "pese a la calidad de las instituciones, durante décadas permanecieron ancladas en estructuras del siglo XIX, motivo por el que el Gobierno decidió impulsar una reforma profunda y sostenida en el tiempo".

Entre las principales medidas puestas en marcha por el Ejecutivo español, el ministro señaló la implantación de los tribunales de instancia, "que sustituyen a los juzgados unipersonales y permiten una organización más eficiente, con mejor uso de los recursos y menor tiempo de respuesta". Y añadió que "los partidos judiciales que funcionan con este modelo han registrado reducciones significativas en la pendencia de asuntos".

También habló de la extensión de las Oficinas de Justicia en el Municipio, presentes en miles de localidades, las cuales "permiten realizar trámites y actuaciones sin necesidad de desplazamientos, eliminando barreras de acceso relacionadas con la movilidad, la edad o la situación económica". Asimismo, también hizo referencia a la "consolidación de la cultura del acuerdo extrajudicial", el cual, destacó, "facilita la resolución de conflictos de forma más rápida y satisfactoria, aligerando la carga de trabajo de los tribunales".

Por último, el ministro quiso también poner en valor el programa de becas 'Seré', creadas para eliminar "barreras socioeconómicas para el acceso a las carreras judicial y fiscal", y el "reconocimiento del derecho a un lenguaje claro en las resoluciones judiciales, apoyado en herramientas tecnológicas que adaptan los textos a la capacidad de comprensión de cada persona".

Una exposición similar a la que planteó en su carta de bienvenida a este foro de la OCDE, en la que ya puso de manifiesto que “España está experimentando la transformación más significativa de su sistema judicial en décadas: una serie de reformas destinadas a construir un Servicio Público de Justicia ágil, más eficiente y más cercano a la ciudadanía”.