En declaraciones a su llegada al acto, Borrell denunció la “destrucción sistemática” de Ucrania y sus estructuras civiles que está perpetrando Rusia con sus bombardeos, tras no haber logrado su objetivo de instalar un gobierno títere, y ante esta situación conminó: “Hay que seguir ayudando a Ucrania”. En concreto, “hay que dotar a Ucrania de las armas necesarias no sólo para rechazar, como están haciendo, sino también para recuperar el terreno”.

“Por tanto, sí, creo que Ucrania necesita de las armas pesadas, de los tanques de combate que ha solicitado”, respondió. Y, recordando que otros dirigentes de la UE se han expresado en el mismo sentido, justificó: “No podemos ayudar a Ucrania solamente para que resista. Hay que ayudar a Ucrania para que gane esta guerra”.

Ante la objeción de que Rusia pueda interpretar que con la entrega de estos tanques de combate la UE también esté en guerra con ella, Borrell aseguró que “desde el principio ha quedado claro que los países europeos no somos beligerantes” y “apoyamos a Ucrania teniendo todas las precauciones para que nuestro apoyo no se convierta en beligerancia”.

“Por eso hemos ido paso a paso. A medida que Rusia ha ido aumentando la intensidad y la gravedad de su ataque, y las consecuencias sobre la población de Ucrania, hemos ido aumentando nuestro apoyo”, indicó.