Este estudio, realizado en el marco del programa ‘Innovatia 8.3’ del propio Instituto de las Mujeres y la Universidad de Santiago de Compostela, analizó la situación del emprendimiento de base tecnológica en las universidades españolas y “permitió comprender y aportar herramientas para corregir los sesgos de género en este ámbito universitario”, según explicaron desde el Ministerio de Igualdad.

El análisis concluye que, aunque un 34,46% de las mujeres fue investigadora principal de algún proyecto de transferencia, sólo el 24,51% de esta tipología de investigación fue dirigido por una mujer, frente a un 75,49% de dirección masculina. A nivel de financiación, sólo el 23,69% de los fondos de cátedras son captados por mujeres, siendo el 23,67% en el caso de los fondos de proyectos.

En términos de presencia, las mujeres solo ocupan un 33,46% de las cátedras y son solo tres las que se sitúan entre las 50 primeras personas investigadoras con cátedras registradas. Respecto a las 158 ‘spin-off’ aún operativas desde 2010, las mujeres sólo suponen un 18,23% de su personal investigador. Por otra parte, del personal investigador con patentes, el porcentaje de mujeres no supera el 24,66%, siendo solamente tres las que se encuentran entre el 'top 50' con patentes registradas.

Uno de los objetivos principales de este trabajo eran elaborar una metodología que permitiese transformar la realidad en este ámbito, potenciando el rol de las investigadoras con actitud y aptitud científica y gestora en el emprendimiento.

“La desigualdad por razón de sexo en el ámbito del emprendimiento en I+D+i nunca se estudió”, señaló García Sánchez. Por ello, este análisis lo consideró “necesario” porque presenta “diagnósticos detallados y certeros” que permiten el desarrollo de políticas públicas “para seguir reduciendo las brechas de género”.

En el estudio participaron centros de referencia en I+D+i del territorio estatal, de los cuales se recogieron los datos completos de emprendimiento. Esto hizo un total de 57.489 personas participantes, 42.806 proyectos de transferencia, 347 cátedras, 1.413 patentes y 203 empresa nacidas a partir de otras ('spin-offs') analizadas, vinculadas a 13 universidades diferentes. García Sánchez destacó que se trata del “primer estudio de ámbito nacional que se realiza con datos corporativos de un amplio conjunto de universidades” y que, por esto, supuso un “gran reto”.