BULIMIA. UN DESEQUILIBRIO QUIMICO EN EL CEREBRO, POSIBLE CAUSA DE DESORDENES ALIMENTICIOS COMO LA BULIMIA

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SERVIMEDIA

Un desequilibrio en la química del cerebro puede ser la causa de desórdenes alimenticios como la bulimia, según un estudio realizado por expertos americanos y publicado en la revista especializada "Archives of General Psychiatry".

"Estos descubrimientos pueden ayudar a identificar a gente que corre el riesgo de sufrir bulimia. Por lo tanto, se puede intervenir antes de que comiencen los síntomas y proporcionarles el tratamiento adecuado", afirma el doctor Walter Kaye, responable del estudio y profesor de Psiquiatría del Instituto Psiquiátrico de Pittsburgh (EE.UU.).

Hasta ahora se sabe que el cerebro de los bulímicos contiene niveles alterados de serotonina, componente químico que afecta al humor y puede provocar comportamientos obsesivos. Medicamentos como el Prozac regulan la serotonina y han sido recetados para la bulimia y la anorexia en los últimos años.

Sin embargo, los investigadores no saben aún si las personas bulímicas nacen con niveles normales de serotonna y éstos se alteran con los malos hábitos alimenticios, o bien si estos niveles ya están alterados desde el nacimiento.

Las mujeres con altos niveles de serotonina pueden ser propensas a desórdenes alimenticios en parte, porque este compuesto, que se encuentra en los aminoácidos de la comida, hace que se sientan deprimidas, ansiosas y obsesivas, y el hambre puede bajar su nivel.

"Los hábitos de alimentación anormales hacen que estas mujeres se encuentren bien temporalmente. Pero cuando los nivees de serotonina bajan pueden causarles desórdenes, ansiedad, y por esta razón las bulímicas necesitan comer para que vuelvan a subir", según los autores del estudio.

"Es un desorden alimenticio complicado, ya que las causas pueden ser tanto psicológicas como biológicas. En cuanto al factor biológico, estos descubrimientos pueden ofrecer una esperanza para proporcionar el tratamiento más adecuado", asegura Claire Mysko, directora de la Asociación Americana de Anorexia y Bulimia de Nueva York.

El quipo del profesor Kaye comparó 31 mujeres sanas con 30 que habían padecido bulimia pero habían vuelto a tener hábitos alimenticios normales después de un año. Al medir el fluído espinal, los investigadores descubrieron altos niveles de serotonina y síntomas como mal humor y obsesiones por el perfeccionismo.

Los resultados indicaron que la dieta no es lo único que puede alterar los niveles de serotonina, ya que todas las mujeres estudiadas tenían hábitos alimenticios sanos. Por lo tanto, los altos nivles de este compuesto pueden ser una condición genética que predispone a ciertas personas a padecer este desorden, concluye Kaye.

(SERVIMEDIA)
15 Oct 1998
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