La protesta de ANPU se trasladó desde la calle, donde se congreraron cerca de 75 representantes del sindicato, hasta el interior de la Dirección Generalde la Policía donde los delegados de ANPU expresaron su protesta formal por la decisión de la junta electoral de quitarles un representante en favor del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Tras oponerse a la constitución legal del Consejo, en tanto no decida el Tribunal Supremo sobre el recurso planteado por ANPU, los dos representantes de este sindicato abandonaron la sala de reuniones.

Tras ellos, intervinieron los portavoces de la Unión Federal de Policía (UFP), que se sumaron a las acusacioes de 'pucherazo' emitidas por el sindicato perjudicado y se opusieron también a la constitución del órgano consultivo. Tanto los dos representantes de la UFP como el portavoz del Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) abandonaron la sala donde se celebraba la primera reunión del Consejo de Policía tras las elecciones del 4 de mayo.

A continuación, el Sindicato Profesional de Policía (SPP) anunció que no participará en ningún acto convocado por el Consejo, que hoy quedó legalmente constitudo, pero asistió a la reunión hasta el final. En total, el acto se prolongó por espacio de tres cuartos de hora y en él tan sólo se mostraron de acuerdo con la postura de la Administración los cuatro representantes del SUP y el portavoz del Sindicato de Comisarios.

Por primera vez desde que se celebran procesos electorales sindicales en el Cuerpo Nacional de Policía, el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, no asistió al acto de constitución del Consejo de Policía, que a todos los efetos legales podrá comenzar a funcionar incluso con la oposición de 7 de los 12 representantes sindicales que tienen presencia en el mismo.

Al finalizar la reunión, Margarita Robles tuvo que soportar de nuevo el batir de cacerolas y el acoso de una treintena de pancartas que acusaban a la Administración de haber dado 'pucherazo' en las últimas elecciones para favorecer al SUP, al que sus opositores consideran un sindicato amarillo afín al Gobierno.

El vehículo en el que Margarita Robles salió de l Dirección General de la Policía tuvo que parar durante un breve espacio de tiempo ante un semáforo en rojo, momento que aprovecharon los sindicalistas para rodear el vehículo y hacer más sonoros sus 'cacerolazos" de protesta.

Robles, desde el Interior del coche, se limitó a sonreir ante lo sorprendente de la situación en la que se encontraba.

En el curso de la reunión, Robles advirtió que sólo los tribunales pueden dirimir las diferencias entre los sindicatos y la Administración. Abrió su intervnción solidarizándose con los dos policías que permanecen heridos a consecuencia de atentados terroristas y felicitó a las organizaciones sindicales por los resultados electorales.