Según los datos publicados este jueves por Eurostat, referentes al año 2023, "la UE generó 58,2 millones de toneladas de residuos alimentarios, que incluyen partes comestibles y no comestibles, lo que indica un ligero aumento del 0,7% en comparación con 2022 (57,8 millones de toneladas)".

Los datos recopilados por la oficina europea de estadística, los residuos domésticos representaron más de la mitad de todo el desperdicio de alimentos (53%), el equivalente a 69 kg por habitante. El 47% restante fue el desperdicio de las cadenas de suministro de alimentos, donde un 19% corresponde a la fase de fabricación de productos alimenticios y bebidas (24 kg por habitante), el 11% a desperdicios de restaurantes y servicios de alimentos (14 kg por habitante); el 10% corresponde a la producción primaria (12 kg por habitante) y el8% en la venta al por menor y otra distribución de alimentos (10 kg por habitante).

A nivel de la UE, el desperdicio total de alimentos medido en 2023 fue de algo más de 58 millones de toneladas de "masa fresca", siendo el desperdicio de alimentos en los hogares la partida mayoritaria, representando 31 millones de toneladas.

En el ranking del Eurostat, España aparece en último lugar ya que se toma como referencia el último dato disponible debido a la falta de datos referentes al año 2022. En esa situación están también Bulgaria, Lituania y Rumanía.

Según el informe, Alemania, Italia y Francia por ese orden son los tres países cuyos hogares registran más toneladas de desperdicios de alimentos frescos.