Según informó este viernes la Policía, las investigaciones se iniciaron en septiembre del año pasado tras detectar la existencia de un grupo organizado que presuntamente se dedicaba a la venta ilegal de sustancias estupefacientes.

Los integrantes de la organización hacían viajes 'relámpago' para adquirir la droga, permaneciendo apenas unas horas en el lugar de destino antes de regresar a Alcobendas. Utilizaban vehículos prestados por amigos o alquilados a nombre de terceras personas para evitar ser detectados.

La banda había adquirido en el mercado negro una máquina de prensar pastillas con el propósito de fabricar éxtasis en una pequeña localidad de Guadalajara, donde la actividad pasaría más desapercibida, ampliando así su negocio ilícito.

SOFISTICADAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

Los delincuentes empleaban 'vehículos lanzadera' durante sus desplazamientos para detectar posibles controles policiales y cambiaban frecuentemente de teléfonos y viviendas como medidas de seguridad adicionales.

La operación policial culminó el pasado 8 de mayo con la interceptación de dos vehículos, uno de ellos transportando 33 kilogramos de hachís de alta calidad, y la detención de sus ocupantes.

Los agentes realizaron cinco registros simultáneos en domicilios de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Guadalajara, donde se incautaron diversas drogas, armas y 7.000 euros en efectivo.

SIETE DETENIDOS Y CUATRO EN PRISIÓN

La operación se ha saldado con la detención de siete personas, cinco hombres y dos mujeres, como presuntos responsables de delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcobendas decretó el ingreso en prisión de cuatro de los detenidos tras tomarles declaración.

Los investigadores encontraron en los registros dos arcones de grandes dimensiones que contenían varios kilogramos de gominolas y azúcar, que presuntamente iban a utilizar como excipientes para la fabricación de pastillas psicotrópicas.

Entre el material incautado también figuraban un revólver y una pistola de fogueo, junto con 35 cartuchos del mismo tipo, que formaban parte del arsenal de la organización.

La investigación ha permitido desarticular por completo esta red criminal que pretendía expandir su negocio ilícito mediante la fabricación y distribución de pastillas de éxtasis.

La operación policial ha supuesto un duro golpe al tráfico de drogas en la zona norte de Madrid y Guadalajara, evitando la puesta en marcha de un laboratorio clandestino para la fabricación de sustancias psicotrópicas.