Según informó este miércoles la Policía, la organización estaba liderada por un ‘Ladrón en Ley’ que extendía sus operaciones por Europa y Armenia desde España, donde ha sido arrestado. Tras año y medio de pesquisas, los agentes han detenido a un total de 28 personas, cinco de ellas en España y 23 en Francia.

Además, han realizado 24 registros en el país galo y 11 en España, en los que se ha intervenido seis armas de fuego con numerosa munición, un chaleco antibalas, dos detectores de balizas GPS, 60.000 euros en efectivo, varios relojes de lujo, vehículos de alta gama, joyas y una gran cantidad de simbología de los 'Vory v Zakone' que el líder poseía en su casa.

A finales de 2020 los agentes detectaron la existencia de esta red criminal liderada por un ‘Ladrón en Ley’, máxima autoridad criminal en las organizaciones delincuenciales de la antigua Unión Soviética.

Esta persona ya había sido investigada y detenida en una operación en 2018, cuando presuntamente pretendían matar a otro jefe armenio rival por una falta de respeto. Tras la huida de dicho rival, el líder fue detenido y encarcelado en España, pero a su salida de prisión reconstruyó y expandió su organización.

Este líder y su mano derecha en España han ingresado en prisión provisional, así como gran parte de los detenidos en Francia y no se descartan nuevas detenciones.

VENTA DE TABACO EN CÁRCELES

La organización controlaba incluso la venta del tabaco en las cárceles de Armenia donde la organización tenía múltiples contactos, motivo por el cual estaban siendo requeridos penalmente por las autoridades de aquel país. Los beneficios de los ilícitos cometidos eran blanqueados en Francia y España.

La organización desplegaba unas amplias medidas de seguridad orientadas a evitar la acción policial sobre su líder, tales como no tener ninguna casa ni vehículo a su nombre.

Los coches que poseían pasaban exámenes periódicos en los talleres de la organización para detectar dispositivos electrónicos de seguimiento que pudieran haber sido instalados por los investigadores. También almacenaban armas de fuego en sus domicilios para posibles confrontaciones con otras organizaciones y ajustes de cuentas.