Según trasladó el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado contable, únicamente sin los efectos por la fusión, creció un 21,5%, y si se tiene en cuenta el fondo negativo de comercio o ‘badwill’ y otros resultados extraordinarios de la fusión, el beneficio descendió un 48,8%, ya que el año pasado se anotó 4.801 millones.

Los ingresos por comisiones netas aumentaron un 3,9% en la comparativa de resultados con perímetros homogéneos, hasta totalizar 2.998 millones. El margen de intereses reflejó 4.843 millones, con una caída del 0,4%; los ingresos por participadas bajaron un 34,7% y los obtenidos por dividendos se redujeron un 13,7%. Estos descensos se vieron compensados por la evolución positiva del resto de ingresos, entre ellos, las comisiones netas.

Así, el margen bruto resultó en 8.647 millones, con una mejora del 2,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Mientras, los gastos de administración y amortización recurrentes bajaron un 5,9%, apoyados en las sinergias por la fusión.

En la partida de ingresos por dividendos (132 millones de euros entre enero y septiembre) se incluyen, en el segundo trimestre, los dividendos de Telefónica y BFA por 38 y 87 millones de euros, respectivamente (51 y 98 millones de euros en 2021).

La tasa de morosidad bajó hasta el 3% a cierre de septiembre, niveles mínimos desde 2008. Los saldos dudosos descendieron hasta los 11.643 millones de euros, con una reducción de 1.991 millones en el año y de 782 millones en el trimestre. CaixaBank recordó que cuenta con un fondo de provisiones por importe de 1.257 millones ante las incertidumbres macroeconómicas y que mantuvo “estable” esta cuantía en el trimestre.

La rentabilidad ROTE se situó en el 8,4%, 1,2 puntos menos que en septiembre de 2021, “nivel aún inferior al del coste de capital”. En solvencia, la ratio CET1 alcanzó el 12,4%, frente al 13,1% del cierre de 2021, y los activos líquidos totales se situaron en 141.981 millones.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, explicó que la entidad afronta los próximos trimestres “con una elevada fortaleza financiera que nos permitirá ayudar a la sociedad en el actual contexto de incertidumbre, en línea con lo reflejado en nuestro nuevo propósito de marca: Estar cerca de las personas para todo lo que importa”.

FINANCIACIÓN A CLIENTES

Los recursos de clientes descendieron un 1,2% respecto al cierre de 2021 y se situaron en 612.504 millones, si bien crecieron un 1,8% sin el efecto mercado. La entidad logró una captación neta de 10.948 millones, lo que propició aumentos de cuotas de mercado en fondos, planes de pensiones y seguros de ahorro.

La cartera de crédito sana, excluyendo los saldos dudosos, aumentó un 3,4% en los nueve primeros meses del año, lo que se traduce en 11.491 millones, y totalizó 351.462 millones de euros. En particular, esta cartera en empresas creció un 7%, en el consumo lo hizo un 3,6% y en hipotecas creció un 0,8%.

La entidad destacó que, en los últimos siete años, el 72% de la cartera para compra de vivienda se formalizó a tipo fijo, y en los nueve primeros meses de este año supera el 90%.

Además, indicó que en los últimos 10 años ha efectuado el 35% de las operaciones del sector acogidas al Código de Buenas Prácticas hipotecario. En este momento, el Gobierno y las patronales bancarias están negociando medidas para los clientes hipotecados vulnerables que podrían instrumentarse a través del Código de Buenas Prácticas.

En nueva producción destaca la intensa comercialización de hipotecas a particulares donde se duplican las concesiones, alcanzando los 10.527 millones de euros, impulsadas por ‘MyHome’. La cuota de nueva producción de hipotecas en España se sitúa en el 23%.

En crédito al consumo, la nueva financiación fue de 7.681 millones entre enero y septiembre de 2022, lo que supone un aumento del 23% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Respecto a la financiación a empresas, la nueva producción rozó los 32.000 millones, con un incremento del 47% en tasa interanual, por el modelo próximo y especializado para el tejido industrial.