Villalba informó de esta decisión al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, con quien mantuvo un desayuno de trabajo, en el que el presidente de l comunidad se puso en contacto con José María Amusátegui, presidente del BCH, para mostrarle su apoyo a esta iniciativa.

El presidente de Caja España señaló que se muestra dispuesto a "adquirir ese paquete que el BCH puede vender, o financiar o colaborar financieramente con otras empresas industriales del sector de la remolacha que puedan formar parte del capital, siempre y cuando estas empresas remolacheras estén asentadas en la comunidad autónoma o, en todo caso, en el país".

Villalba consideraimprescindible que el control de Sociedad General Azucarera se quede en España, ya que "la posibilidad de que este paquete vaya a grupos inversores extranjeros supondría que la cuota remolachera española se viera en peligro".

Caja España mantendrá esta tarde una reunión con Amusátegui "para insistir en la urgencia y conveniencia de que sean las entidades de Castilla y León quienes puedan hacerse o formar un consorcio en todo caso para hacerse con este paquete del 47 ó 48 por ciento de las acciones de a SGA".

El presidente de la Junta manifestó telefónicamente a Amusátegui que el Gobierno de Castilla y León está preocupado por este tema y apuesta por la conveniencia de que las acciones queden en España, instando a Amusátegui a que "utilice como interlocutor válido al conjunto de las cajas de ahorros de Castilla y León".