TABACO

CALDERA, CHACON Y OTROS 28 DIPUTADOS DEL PSOE IMPIDEN POR ERROR LA SUBIDA DE IMPUESTOS QUE APROBO EL GOBIERNO

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro Jesús Caldera, la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, y otros 28 diputados del Partido Socialista son los causantes, por un desliz involuntario, de que el Congreso haya derogado la subida de impuestos para el tabaco que el Gobierno aprobó mediante un decreto ley el pasado 22 de enero.

El Pleno de la Cámara Baja rechazó el aumento impositivo con 169 votos en contra, de los que 139 pertenecen a diputados del PP y 30 al PSOE. Esto supone que la subida de impuestos que aprobó el Consejo de Ministros hace tres semanas tiene que dejar de aplicarse.

Todo surgió de un desliz de la diputada socialista María Carmen Sánchez Díaz, encargada de indicar el sentido de la votación al resto de sus compañeros. En un primer momento, Sánchez Díaz hizo la seña correspondiente al "no" si bien en pocos segundos ella misma se percató del error y cambió la indicación para que todo el grupo votase que "sí".

Los murmullos comenzaron de inmediato en las filas socialistas, ya que muchos de sus integrantes no sabían qué botón apretar. En medio de la incertidumbre, los micrófonos del hemiciclo captaron las exclamaciones de la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, que desde la Mesa preguntaba a los responsables del grupo si debía votar a favor o en contra de la iniciativa que aprobó el Gobierno el mes pasado.

Pese a las rápidas aclaraciones de Sánchez Díaz, 30 compañeros de partido confundieron el voto y propiciaron la derogación del decreto ley. Entre quienes apretaron el botón del "no" se encontraban el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera; la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón; la ex ministra de Cultura Carmen Alborch; y el secretario general del Grupo Socialista, Diego López Garrido.

El propio López Garrido reconoció posteriormente en los pasillos que la derogación del decreto ley se debió a un "error" y planteó como solución que mañana mismo el Consejo de Ministros "apruebe este decreto ley de nuevo o algo muy parecido".

"Si es así, se podrá decir que este decreto ley habrá estado en no vigor 24 horas, porque los decretos leyes desde el momento en que se aprueban entran en vigor y surgen todos sus efectos", dijo." No hay ningún problema en cuanto a la retroactividad o no de esta decisión".

TABACO MAS BARATO

En realidad, la derogación de la subida de impuestos para el tabaco que aprobó el Consejo de Ministros en su reunión del 20 de enero tiene aplicación desde la publicación en el BOE. Si el Gobierno volviera a aprobar la subida mañana, como propuso López Garrido, entraría en vigor a partir del sábado, una vez que quedase publicado en el BOE.

Tras el bullicio de la votación, el presidente del Congreso, Manuel Marín, confirmó a través de la megafonía que el decreto ley del Gobierno había quedado "derogado" con 169 votos en contra, 152 a favor y 1 abstención, por lo que dejaba de tener vigencia desde ese mismo momento.

La alegría saltó de inmediato en la bancada del Partido Popular, que ganó la votación al Ejecutivo con la colaboración de 30 diputados socialistas. En medio de los aplausos, el diputado adjunto del PP Vicente Martínez-Pujalte se levantó del escaño para arengar a sus compañeros y prolongar la mofa.

La cara opuesta la protagonizaba la socialista María Carmen Sánchez Díaz, que entre sollozos recibía muestras de apoyo del portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, y delvicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, que había remitido a las Cortes Generales el decreto ley para su convalidación.

Sin embargo, con su derogación, el Gobierno pierde, al menos temporalmente, un instrumento para aumentar la recaudación del Estado y reducir el consumo de tabaco entre los jóvenes. Estos habían sido los dos motivos principales que esgrimió el Ministerio de Economía para subir los impuestos de este producto.

BAJADA DE LAS CAJETILLAS

Aunque el Ejecutivo buscaba una disminución del consumo con el aumento de los impuestos, lo que provocó fue que las principales multinacionales tabaqueras redujeran drásticamente el precio de las cajetillas.

El 25 de enero, Altadis decidió subir en 25 céntimos el precio de Fortuna, Nobel y Ducados. Justo un día después, Philip Morris sorprendió al mercado rebajando el precio del Marlboro hasta los 2,35 euros.

Tras ese paso, el 1 de febrero Altadis dio marcha atrás y rebajó en 65 céntimos el precio de Nobel y Fortuna, y en 50 el de Ducados. Las dos primeras marcas pasaron a costar 1,85 euros.

La tercera compañía en bajar el precio del tabaco fue Japan Tobacco International, que redujo el coste de la cajetilla de Camel y Winston el día 4, también hasta los 1,85 euros.

La última en hacerlo fue British American Tobacco, que el 7 de febrero rebajó el precio de la cajetilla de Lucky Strike hasta los 1,85 euros, y la de Camel la dejó en 2 euros.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2006
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