Caldera destacó que las personas y entidades galardonadas hoy trabajan "contra las barreras que impiden paliar las desigualdades" y se esfuerzan para "ir más allá de la búsqueda de la justicia", continuó Caldera, quien tuvo unas palabras de agradecimiento y reconocimiento para cada premiado.

Las Cruces de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social son concedidas por el Gobierno, a propuesta de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, a entidades y personas que han destacado por su labor humanitaria con los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

Entre los galardonados este año figuran la Fundación ONCE, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) y la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) por "su importante labor social", especialmente en favor de las personas sordociegas, y por su destacada aportación a la ley por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.

Tanto Caldera como la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce, también presente en el acto, destacaron el trabajo de estas tres entidades a favor de la "real integración de las personas sordas y sordociegas" en la sociedad y su "importante labor" en la elaboración de la ley que regula la comunicación de las personas sordas.

Además de en la Fundación ONCE y en las organizaciones de personas sordas Fiapas y CNSE, los galardones han recaído este año en la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, Cáritas de Astorga (León) y la Fundación Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral de las Personas sin Hogar (RAIS).

Igualmente, y a título individual, recibieron también el galardón Pablo Cobo, Esther Koplowitz, Manuel Porras, Manuel Simón, Amalia Solórzano de Cárdenas y Montserrat Trueta, por su labor social con los colectivos más desfavorecidos.

Montserrat Trueta, que recibió el galardón como reconocimiento a una larga vida dedicada a la atención y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y por su trabajo al frente de la Fundación Catalana Síndrome de Down, fue la encargada de hablar en nombre de los premiados.

En su intervención, Truetas subrayó que los premios vienen a reconocer "la importante labor" llevada a cabo por personas comprometidas con la justicia social y aseguró que son "un estímulo" para seguir adelante.

La impulsora de la fundación catalana Síndrome de Down es también la esposa del fallecido Ramón Trías, impulsor de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (Lismi), aprobada en 1982. En este sentido, agradeció el "importante respaldo" que dio Doña Sofía al texto "que vino a cambiar el porvenir de las personas con discapacidad" al reconocer sus derechos.

La prioridad de todos los galardonados es "el respeto a la persona", mientras que "nuestra misión es conseguir su inclusión social real", finalizó Truetas.