“A mí no me preocupa porque se trata de hacer la mejor reforma. A mí lo que me preocuparía sería estar unido en un Gobierno a un partido político como Vox, que llama al odio todos los días, que utiliza términos que deberían ser inaceptables en una democracia y de la que yo le recomiendo se separen”, manifestó Calviño en la sesión de control en el Senado en respuesta a una pregunta del parlamentario del PP José Manuel Barreiro.

Barreiro censuró que no es un Gobierno “cohesionado” porque entre Díaz y Calviño tienen “opiniones diametralmente opuestas” en un aspecto tan “crucial” como es la reforma del subsidio por desempleo y exigió a ambas vicepresidentas que antes de que Calviño deje el cargo para ponerse al frente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) se pongan de acuerdo.

Públicamente, Díaz acusó a Calviño de querer promover una reforma de este subsidio que suponía introducir “recortes” en esta ayuda. Pero Calviño dijo este martes que ella ha sido la responsable de “coordinar y liderar” la política económica y que no se ha adoptado ninguna medida en este ámbito que ella no comparta.

En este sentido, destacó su “orgullo” por acciones como la reforma laboral, que ha permitido mejorar la “calidad” del empleo. Asimismo, subrayó que ahora se va a “culminar” la “europeización” del mercado de trabajo con la reforma de las políticas pasivas de apoyo a las personas sin trabajo.

“Dentro del Gobierno estamos totalmente alineados con el objetivo de aflorar la economía sumergida, de aumentar el empleo, de mejorar los incentivos para la contratación, de mejorar todos los instrumentos de casación de oferta y demanda en el mercado de trabajo, de mejorar los instrumentos de formación y de reincorporación al mercado de trabajo”, zanjó Calviño.

AMNISTÍA

Por otra parte, la senadora del PP Alicia Rodríguez se dirigió a Calviño y lamentó que “hoy es un día negro para la democracia española” en referencia al debate en el Congreso de los Diputados sobre la toma en consideración de la proposición de ley de amnistía.

Se preguntó ante Calviño “qué clima favorable a la inversión puede ofrecer un país con un Gobierno en vasallaje” y criticó que “el partido principal del Gobierno llega a acuerdos con un golpista”. “No son conscientes de lo bajo que han caído y lo que les queda por caer, por el poder y nada más que el poder del señor Sánchez”, agregó.

Calviño respondió que la política de Sánchez “ha contribuido a la confianza de los mercados”, a la “estabilidad política”, a la “paz social”, y “ha mejorado la unidad de España”.

Además, la vicepresidenta primera afirmó que cuando el PSOE llegó al Gobierno después de la moción de censura, “las calles estaban ardiendo en Barcelona” y los inversores “solo me hacían una pregunta: ¿Qué pasa con Cataluña?”. Respondió que hoy “nadie me pregunta por Cataluña”.

Finalmente, recomendó al PP que se “calme” porque “si no, estos cuatro años se les van a hacer muy largos”.