Esta fue la postura que compartió ante los medios en Nueva Delhi (India), donde encabeza estos días la delegación española en las sesiones del G20 ante la ausencia del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien se contagió por covid en los días previos a la celebración de estas sesiones.

En este foro ha coincidido con el príncipe heredero de Arabia Saudí y dueño del 64% de STC, Mohamed bin Salman, con quien Calviño dice no haber hablado de la operación.

Con quien sí mantiene un contacto fluido y “constante” es con el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que tiene “puntualmente” informado al Gobierno de “todos los desarrollos de los últimos días”, aunque Calviño no dio detalles de las últimas conversaciones entre ambos.

Tampoco quiso responder a la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz. Ayer, desde Roma, la líder de Sumar aseguró ante los medios que no se puede permitir que esta operación continúe e indicó que ya ha trasladado su parecer a la vicepresidenta primera en funciones.

Calviño, sin embargo, evitó responder a Díaz porque “los intercambios que se pueden producir dentro del Gobierno no son para andarlos comentando” e insistió en que el Ejecutivo analizará la operación “con el máximo rigor” y adoptará las decisiones “oportunas”.

“La inversión extranjera es muy importante para el crecimiento económico y la movilización tecnológica de nuestro país. España es un país serio y es un país que hará un análisis riguroso de la operación como no puede ser de otra manera”, declaró.

“Activaremos todos los mecanismos adecuados para proteger el interés general y el interés estratégico de nuestro país, teniendo en cuenta que Telefónica es por supuesto una empresa estratégica para España”, añadió Calviño tras recordar el papel que juega la teleco en el ámbito de la Defensa y Fuerzas Armadas.