En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Calviño hizo un repaso de la situación económica y destacó que “todos los indicadores” apuntan a un crecimiento “fuerte y sostenido en 2022”, e incluso mayor del previsto anteriormente. De hecho, apuntó que los organismos internacionales están revisando al alza sus perspectivas para España y “sitúan a nuestro país por encima de la media de la zona euro” tanto en 2022 como en 2023.

La vicepresidenta incidió en que la “senda positiva” de la economía española “se mantiene hasta este momento” y ensalzó los niveles “récord” de ocupación y el mayor empleo indefinido que se está creando frente al temporal.

Calviño enfatizó que el reto es la inflación, que en España se sitúa en el 7,3% en octubre, según el dato confirmado hoy mismo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y del que la vicepresidenta destacó que se “confirma la fuerte contención” en los precios, con una bajada de un tercio desde el pico alcanzado en julio (10,8%).

La bajada en la tasa española “contrasta con la tendencia alcista en el resto de Europa” y España es el segundo país con la inflación más baja de la zona euro en octubre, según destacó. Calviño se mantuvo en que en 2023, la inflación seguirá bajando, y resaltó que en esta situación, “lo más importante” es “apoyar la renta de las familias”.

Por otra parte, destacó que con el tercer pago de fondos europeos por importe de 6.000 millones de euros solicitado ya por España, se habrá recibido 37.000 millones. Indicó que, de los fondos europeos, ya se han transferido más de 19.000 millones a las regiones, se han aprobado 11 proyectos económicos estratégicos o pertes y se prevé recibir más fondos asociados a la adenda del plan de recuperación.

Preguntada por si el Gobierno se plantea la introducción de un impuesto a las empresas de distribución, señaló que están actuando “para mejorar la progresividad de nuestro sistema fiscal” a través de la reducción de los impuestos “a los niveles más bajos de renta y a las pymes” y el refuerzo de la contribución fiscal de “las grandes fortunas y empresas”, sobre todo, aquellas “en sectores que están teniendo unos beneficios extraordinarios como consecuencia de la subida del precio de energía o de los tipos de interés”.

Acerca de la bajada de impuestos en la Comunidad de Madrid, subrayó que esta “carrera a la baja” termina “empobreciéndonos a todos” y su consecuencia es el “desmantelamiento de los servicios públicos”. En este sentido, apuntó que Madrid es un “ejemplo paradigmático de la consecuencia de aquellas políticas fiscales que no solamente son injustas sino irresponsables”.