Así lo confirmaron fuentes gubernamentales que, sin embargo, apuntaron que no existe ninguna persona identificada en el principal partido de la oposición para asumir ese rol.

En estos momentos, el responsable del área económica del PP es Juan Bravo, exconsejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, que se embarcó en la política nacional en abril de 2022, después de que Alberto Núñez Feijóo asumiese la presidencia del Partido Popular. Sin embargo, desde La Moncloa señalaron que el senador no ha desempeñado en ningún momento el papel de interlocutor.

En este sentido, recordaron que Bravo no ha realizado ninguna pregunta parlamentaria a Calviño cuando ha tenido la oportunidad –siempre ha sido el portavoz del PP en la Cámara Alta, Javier Maroto– ni ha participado en las reuniones parlamentarias o en la negociación de la adenda al Plan de Recuperación, donde la voz de los populares siempre ha sido la secretaria general y ‘número dos’ de Feijóo, Cuca Gamarra, y, en menor medida, la diputada y expresidenta de la CNMV y Tragsa, Elvira Rodríguez.

Además, apuntan a que en el Congreso, las preguntas a la 'número dos' del Ejecutivo han llegado desde distintos portavoces, sin tener un interlocutor definido, como es el caso de los diputados Carlos Rojas, Mario Garcés o Jaime de Olano.

Al igual que en las anteriores elecciones generales, Calviño no irá en las listas electorales del PSOE, pero sí asumirá un rol importante en la campaña electoral. En las elecciones municipales y autonómicas del 28-M ya dio un paso adelante y protagonizó incluso el acto principal de apertura de campaña ante la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien viajó a Washington para reunirse con el presidente de EEUU, Joe Biden.

Y estos últimos días ya ha ratificado su compromiso con el proyecto de Sánchez y ha evidenciado su interés por seguir al frente del área económica del Ejecutivo si los socialistas vuelven a La Moncloa.

Ahora, según fuentes gubernamentales, Calviño está dispuesta a celebrar debates económicos con el PP para tratar de destapar la agenda económica del partido liderado por Feijóo, pero insistieron en que el problema reside en que no existe un interlocutor claro.