El denominado "grupo paraguas", formado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Nueva Zelanda y Australia, se ha opuesto a acudir a Oslo en la fecha prevista porque consideran que no existen suficientes argumentos para ello.

Carmen Martorell, secretaria de Estado española de Medio Ambiente, aseguró que las autoridades de Washington han contestado a esta invitación de "forma fuerte" durante una conversación telefónica entre ambas partes.

La secretaria explicó que durante más de una hora la Troika comuitaria (integrada por Portugal, Francia y Suecia) trató de persuadir a las autoridades norteamericanas para que acudieran a este encuentro, ya que la UE es consciente de la necesidad de negociar. Sin embargo, considera que EE.UU. mantiene una postura extrema en el aspecto de los sumideros, el principal punto de discordia entre ambas partes.

La secretaria de Estado indicó que la Unión planteó a los estadounidenses, responsables del 25 por ciento del total mundial de emisiones, mantener una postura más lexible sin salirse del Protocolo de Kioto, ya que este país insiste en utilizar los mecanismos flexibles de acuerdo con un marco que los delimite. Además, los europeos insisten en que el comercio de emisiones no suponga una venta excesiva, junto con la necesidad de iniciar acciones nacionales para la reducción de emisiones.