Agricultura

El campo español tiene una productividad similar a la del alemán o francés, con costes salariales más bajos

MADRID
SERVIMEDIA

La agricultura española tiene una productividad del trabajo “homologable” a las de Alemania y Francia, con unos costes salariales unitarios “sensiblemente más reducidos”, según un estudio publicado en el último número de ‘Papales de Economía Española’, de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

El informe analiza los condicionantes económicos que impactan en la cadena alimentaria y los tres retos a los que se enfrenta el sector en España: evolución de los precios, transición hacia la sostenibilidad y cambio tecnológico.

En el monográfico, los autores señalan que el peso del sector agrario en el valor añadido bruto y en el empleo se corresponde, desde hace lustros, con los bajos niveles que se registran en los países desarrollados. La cuota ocupacional sobrepasa a la productiva y la productividad del trabajo es claramente inferior a la agregada.

Pese a ello, España posee cierta especialización agraria en el contexto de los grandes Estados de la UE, con un peso sectorial en el empleo total que triplica al alemán, sobrepasa al francés y es muy similar al italiano.

Según el 'think tank' de las cajas, la agricultura española se caracteriza por su carácter dual, con dos grupos bien definidos, el primero formado por la mitad de las explotaciones, de pequeño tamaño, con un peso productivo residual y con precarios niveles de productividad, signo de su carácter marginal y de que los ingresos familiares dependen de rentas no agrarias. Por otro, un minoritario grupo con el 10% de las unidades productivas, que genera algo más del 70% de la producción, con tasas salariales y niveles de productividad muy altos, que constituye el núcleo fundamental de la agricultura empresarial en España.

El estudio también analiza el debate recurrente sobre la responsabilidad del incremento de los precios de los alimentos que suele aparecer en períodos de tensión inflacionista, y si son los productores agrarios con los precios en origen o los agentes intermedios de la cadena vía márgenes los responsables de los aumentos.

Su conclusión es que el debate va a seguir, “ya que no existe evidencia empírica de ninguno de los dos resultados”. En algunos casos, apuntan los autores, son los incrementos de los precios de los productores, normalmente asociados a aumentos de los costes de producción o a condiciones climáticas de la campaña, los que generan las subidas. En estos casos, los márgenes comerciales suelen moderarse. En casos en los que los precios de los productores crecen menos, son los márgenes los que crecen más rápido.

En el monográfico se señala que la evolución de los precios en España y en los mercados mundiales refleja que buena parte de la inflación de los alimentos es importada del exterior, incluyendo factores de naturaleza global, relacionadas con conflictos, como la guerra de Ucrania, o sequías.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2024
JRN/gja