En declaraciones a Servimedia, Colmenero dijo que acababa de hablar esta tarde con Jesús Cardenal, quien "ahora quiere quitarle hierro a la amenanza" y aseguró que el fiscal general le refirió que "no ra su intención amenazar ni coaccionar a nadie".

Sin embargo, Colmenero señaló que "si tú recibes una llamada de la inspección del fiscal general del Estado poniéndote firme se entiende como una amenaza". "Era una amenaza, y si ahora quiere quitarle hierro y quiere rectificar, no le quita gravedad a lo que pasó, que es una decisión inaceptable, pero si quiere rectificar, bienvenida sea la rectificación".

Colmenero aseguró que recibió una llamada desde la fiscalía de Juan Jose Martínez Zato, jefe e la Inspección, quien le comunicó el apercibimiento que le quería trasladar Jesús Cardenal, y que llamó dos días más tarde a Carlos Castresana, de la Unión Progresista de Fiscales (UPF).

"No aceptaremos este tipo de presiones por parte de este fiscal ni ningún otro. Las asociaciones tienen que tener absoluta libertad para manifestar sus posiciones", finalizó.

MAL CAMINO

Colmenero subrayó que, si desde la Fiscalía General del Estado se rectifica y se aclara que no tiene pretensiones coaccionadoas, las asociaciones de fiscales "no tenemos intención de realizar ningún tipo de presiones, pero de lo contrario se reaccionará convenientemente".

"Esto es muy serio, si se sigue por este camino, aunque es ya muy triste que a alguien se le ocurra que éste es un buen sistema para acabar con voces críticas. En estas materias se está caminando por mal camino", dijo el portavoz de la Asociación de Fiscales.