Esta plataforma, constituida el pasado fin de semana al término del Simposio sobre el Mundo Rural celebrado en El Escorial, nace para denunciar los problemas que padecen las poblaciones rurales y está integrada por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, el Colectivo de Acción Solidaria, los colectivos ecologistas Quercus-Coda y el Movimiento Rural Cristiano, entre otros.

Según explicó Andrés Agano, coordinador del Simposio sobre el Mundo Rural, "el dinero destinado por la CE a paliar los problemas del mundo rural no llega a los pueblos, debido a la existencia de grupos de gestión y empresas interpuestas, integradas por profesionales, que son los que se encargan de gestionarlos y los que absorben una parte importante del volumen total".

Aganzo subrayó que "el dinero procedente de la CE se distribuye proporcionalmente entre los partidos y es asignado, en la práctica, siguiendo criterios de afindad política".

Por otro lado, durante las jornadas celebradas en El Escorial se debatieron los efectos de la política comunitaria en las zonas rurales españolas, que "de ser tradicionalmente un lugar de producción de alimentos", declaró Aganzo, "hemos pasado a decirles que dejen de producir".

Según cifras reveladas en este simposio, anualmente engrosan el paro entre 150.000 y 200.000 trabajadores del campo, personas con graves dificultades para encontrar un segundo trabajo, ya que no están cualifcadas para las nuevas profesiones del sector servicios.

Esta situación genera, según Aganzo, que el campo sea una economía del paro, "que la gente se sienta perpleja y se pregunte de qué van a vivir si la agricultura no sirve y la industria no llega".

El portavoz de estas jornadas señaló que esta política margina al campo, al convertirlo en un lugar de descanso de las grandes ciudades, por lo que son necesarias mayores transferencias económicas.