Según organización, los últimos acontecimientos acaecidos en las ciudades de Melilla y Ceuta, especialmente el fallecimiento de seres humanos, "nos interpelan una vez más tanto a las comunidades cristianas como a la propia sociedad y a sus gobernantes".

Ante esta situación, Cáritas pide a los poderes públicos la adopción inmediata de medidas eficaces y que tanto las Naciones Unidas y la Unión Europea como los gobiernos de Marruecos y España se comprometan urgentemente con acciones dirigidas al codesarrollo en los países de Africa subsahariana, especialmente, y al apoyo social y humanitario a las víctimas de la pobreza.

Asimismo, solicita la puesta en marcha de políticas integrales a ambos lados de la frontera que eviten la constante sangría humana que viven estas personas en su tránsito hacia la supervivencia desde sus países de origen hasta las fronteras de Europa.

Por último, reclama una acogida digna a estos seres humanos que, "desde las actitudes y gestos de respeto, solidaridad, amistad y fraternidad, vividos con sencillez y constancia en la vida diaria, haga posible el desarrollo integral de estas personas".