En declaraciones a Servimedia, Barrionuevo expresó su convencimiento anterior a la comparecencia de que Cascos "sólo iba a echar tinta de calamar y ocultar al Congreso sus tejemanejes para organizar todo este montaje del GAL".

El x ministro socialista aseguró que la intervención de Cascos ha suscitado "un sentido de vergüenza en el Gobierno y en el propio Grupo Popular, aunque no lo manifiesten públicamente". Barrionuevo indicó que "algún diputado (del PP) me lo ha manifestado, aunque, naturalmente, en público se guarden".

A su juicio, el vicepresidente primero "actuó claramente como portavoz-representante de Pedro J. Ramírez". "Ya se dijo que Alvarez Cascos hace bien en cumplir los mandatos de Pedro J., porque cuando éste no sté contento con él lo pagará caro, ya que Pedro J. sí que sabe cosas. Es una vergüenza tener de vicepresidente del Gobierno a un señor en esas condiciones de rehén", agregó.

Para el diputado socialista, "está claro que organizaron un montaje, que es un sucio ajuste de cuentas, para tratar de destruir a unos adversarios políticos. Eso está cada vez más claro en la opinión pública y se irán desvelando más cosas según pase el tiempo, lo cual pagarán electoral y políticamente".

Asimismo, Barrionuevoexpresó su confianza en que dicha "trama" sea desvelada judicialmente. A propósito del inicio del juicio por el "caso Marey", comentó su convencimiento de que Alvarez Cascos, que ha sido llamado como testigo, "no tendrá el valor de ir personalmente (al tribunal), por lo que utilizará el privilegio de contestar por escrito. No tendrá el valor de ir en persona", dijo.

ULTIMATUM

En relación a la propuesta del presidente socialista de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, hecha pública ayer, de coneder un ultimátum a ETA para que abandone la lucha armada, el ex ministro de Interior comentó que "de alguna forma eso se ha intentado ya y ha sido arruinado por ETA en alguna ocasión".

En su opinión, "hay que dejarse ya de vanas ilusiones, porque en ETA son rechazables los medios y los fines frente a lo que a veces se manifiesta desde el nacionalismo vasco democrático".

"ETA son unos criminales y fanáticos, pero no son mentirosos. Lo que piensan y lo que quieren", agregó, "lo dicen en sus declarciones, comunicados o publicaciones, y lo que quieren es establecer una dictadura sobre una parte de la población española y también francesa".