Así lo revela el informe 'Adolescentes en crisis: Impactos de la DANA' presentado este martes por Plan International, elaborado a partir de encuestas, entrevistas y grupos focales a más de 270 jóvenes de entre 12 y 21 años de Albal, Alfafar, Benetússer, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya y La Torre (Valencia).

Según sus resultados, casi la mitad de los participantes necesitaron apoyo psicológico en algún momento de los últimos seis meses. Sobre todo, han recurrido a familia y amistades como apoyo, precisa el informe.

Destaca que el 20% de estos jóvenes se sigue sintiendo muy vulnerable, como consecuencia de la experiencia vivida.

IMPACTO EDUCATIVO

La mitad de sus centros educativos permanecieron más de un mes cerrados y el 97% de los jóvenes preguntados reportaron daños de distinto tipo en sus institutos.

Asimismo, un 42% de los encuestados hablaron de daños en su hogar, de una forma u otra. Además, un 48% indicaron que los empleos de sus familias también resultaron afectados por la riada.

Según la investigación, casi el 60% de los participantes han visto “bastante o completamente" afectado “su día a día”, y el 70% desconocen las actividades y recursos existentes para la juventud de las zonas perjudicadas por la catástrofe.

La mayoría tienen a sus familiares y las redes sociales como principales fuentes de información.

DIFERENCIAS POR SEXO

Este estudio apunta a un mayor impacto de la dana entre las adolescentes seis meses después. De hecho, las jóvenes de 17 a 21 años encuestadas son las que presentan más dificultades para concentrarse y quienes han visto afectadas sus rutinas en mayor medida. De ellas, el 33% quedan menos con sus amistades, frente al 27% de los chicos.

El 68% de los jóvenes de estos municipios han participado o siguen participando en tareas de voluntariado o de respuesta a la emergencia.

A pesar de este liderazgo, la mayoría (58%) aseguraron desconocer las decisiones políticas municipales que se están tomando en torno a la dana y la reconstrucción.

Para la directora en funciones de Programas Nacionales de Plan International, Nuria González, “este informe pone sobre la mesa una realidad que no siempre se ve: las emergencias climáticas también generan emergencias sociales, educativas y emocionales”.

“Las chicas adolescentes suelen ser las más invisibilizadas. Es imprescindible escuchar sus voces y garantizar su liderazgo para que la reconstrucción no deje a nadie atrás y sea realmente efectiva”, declaró.