El proceso de primarias del PP consiste en un sistema de doble vuelta electoral, por lo que el dirigente gallego no será reelegido oficialmente como líder del partido hasta la celebración del XXI Congreso Nacional, que se celebrará del 4 al 6 de julio en Madrid.

Entonces votarán los 3.264 compromisarios -que son los representantes de los afiliados que participan en el cónclave- y harán efectivo el resultado.

De hecho, los Estatutos del PP recogen la posibilidad de que “con una sola candidatura no sea necesaria la votación de los afiliados en urnas y sean los compromisarios quienes lo elijan en el Congreso”. Sin embargo, Feijóo quiso volver a dar la voz a los afiliados, quienes tendrán así la oportunidad de votarle de forma directa y mostrar su respaldo al futuro presidente del PP. Además, habrá otra urna para poder votar a los compromisarios.

En 2022, Feijóo recibió el aval del 99,63% de los 36.781 afiliados que participaron en la primera vuelta de las primarias. Ahora, busca mejorar esos resultados tanto en porcentaje de voto como en número de papeletas. El segundo objetivo será más sencillo, dado que en estas primarias están inscritos casi 10.000 militantes más.

PRIMARIAS ASAMBLEARIAS

Esta podría ser la última ocasión en la que los afiliados populares estén llamados a votar en las urnas al líder del partido de forma directa. “Creo en las primarias a través de compromisarios, no en las primarias asamblearias. Los militantes eligen a los compromisarios, y éstos tienen la responsabilidad de elegir entre los candidatos”, afirmó Feijóo en una entrevista al diario 'El Mundo' en febrero de 2022, donde anunció que este “debate” lo llevaría al seno del partido.

En estos momentos, Génova trabaja en una nueva redacción de los Estatutos, que se conocerán el miércoles a más tardar. Uno de sus ponentes, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, deslizó en una entrevista en Servimedia su vocación por impulsar unas primarias regidas por “la democracia representativa”, es decir, por el modelo que Feijóo defendió hace tres años.

“La democracia representativa funciona y funciona bien, nadie la cuestiona en el Congreso de los Diputados. Yo soy de Barcelona y no puedo votar a Alberto Núñez de Feijóo como presidente del Gobierno, sino que voto a los candidatos que se presentan en Barcelona, que se presentan como compromisarios o como diputados en el Congreso, y luego eligen presidente. Son fórmulas perfectamente democráticas, asimilables y, por tanto hemos, de acabar de configurar cómo se redacta o cómo se establecen esas reglas del juego”, dijo.

FUTURO CAMBIO

Este cambio en los estatutos tiene especial relevancia, ya que será la fórmula que se empleará para elegir al sucesor de Feijóo. Una de las posibles aspirantes es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien avanzó en una entrevista en el diario ‘ABC’ que defenderá en el congreso de julio el modelo ‘un militante, un voto’.

Preguntado por la opinión de la baronesa y las posibles implicaciones que puede tener en el cónclave, Sirera dijo que cree que “hay mucha más unanimidad en los planteamientos que lo que a veces se puede leer en los medios” y descartó una guerra interna.

“Leyendo en los medios lo que dice Ayuso, yo veo que no hay tanta discrepancia. Todo el mundo coincide en que el sistema actual es complejo, complicado y además puede provocar que los que los militantes digan una cosa y que luego los compromisarios digan la contraria, y todo eso genera algo de lío. Lo que dicen unos y otros en público es perfectamente compatible y vamos a intentar hacer una ponencia de estatutos en la que quien gane sea la militancia”, zanjó.

El cambio de modelo busca evitar que se repita lo sucedido en 2018. Entonces, Soraya Sáenz de Santamaría ganó entre los afiliados en la primera votación, pero, una vez descartada María Dolores de Cospedal, los compromisarios eligieron en la vuelta definitiva a Pablo Casado.