La SEME dio a conocer el estudio en el marco de su 39º Congreso Nacional, que es el foro científico más importante de la Medicina Estética en España, celebrado en Málaga, y que reúne a más de 2.500 médicos estéticos durante los días 22, 23 y 24 de febrero.

Con una muestra de 1.501 entrevistas representativas a nivel nacional, del estudio se desprende que el 69% de los pacientes son mujeres y el 31% son hombres y que los pacientes mayoritarios son mujeres de 35 a 54 años.

Asimismo, el estudio muestra que las personas mayores de 45 años representan un 38% de los pacientes y que hay un aumento, con respecto al informe anterior, de casos entre los más jóvenes ya que las personas de 16 a 25 años representan el 20% de casos.

También, en cuanto a la clase social, el 69% de los pacientes que hacen uso de la medicina estética corresponde a clase alta o media-alta, el 25% a clase media y el 6% a clase baja, según el estudio.

Por ello, desde la SEME expresaron que el informe muestra cierta percepción de “elitismo o falta de asequibilidad” a la Medicina Estética por clases más bajas que buscan alternativas.

Los cinco tratamientos de medicina estética más demandados en España en 2023 son luz pulsada intensa (IPL), rellenos con ácido hialurónico, mesoterapia, plasma rico en plaquetas (PRP) y la toxina.

Igualmente, los tratamientos más asociados a medicina estética por la población muestral son la orientación nutricional (50%), seguida del bótox, con un 39%, y otros inyectables (38%).

De igual forma, para realizar este análisis se preguntó a la población por qué entiende la población por Medicina Estética, sin sugerir ninguna opción o respuesta posible, y el informe manifiesta que el 22,1% no sabe lo que es, ya que respondieron ‘no lo sé’.

Así, el resto de las personas respondieron con conceptos que se incluyen en la definición de medicina estética tales como el cuidado del cuerpo, la salud, sentirse bien, la autoestima, la supervisión médica o tratamientos sin cirugía.

Cartel del 39º Congreso Nacional de Medicina Estética | Foto de la SEME

Por ello, el informe de la SEME concluye que este desconocimiento de la población provoca un elevado intrusismo que pone en riesgo la eficacia y seguridad de los tratamientos, que genera problemas en la salud pública (efectos adversos) y desprestigia la imagen y credibilidad de la Medicina Estética.

En este sentido, el trabajo destaca que casi un 10% de la población percibe como “normal” hacerse tratamientos de medicina estética en su domicilio. “Esto es gravísimo”, valoró el presidente de SEME, Juan Antonio López, durante la presentación del informe. Además, las personas encuestadas saben decir en qué tipo de centro se hacen los tratamientos, pero un 6% no sabe indicar quién aplica los tratamientos.

En este contexto, durante este congreso se presentó la iniciativa ‘#NoSinTuMédico’, con el objetivo de que los más de 2.500 médicos asistentes lo usen en sus comunicaciones de Medicina Estética e informen a sus pacientes, así como “lo hagáis el resto de los actores que tenéis un papel clave para concienciar a la población: instituciones, industria y medios de comunicación”, concluyó López.