Esta recusación, junto a la decisión de varios acusados de designar nuevos abogados para su defensa, forma parte de una estrategia diseñada con el fin de demorar el juicio contra Juan Hormaechea y varios de los miembros de anteriores gobiernos presididos or el actual jefe del Ejecutivo cántabro, según fuentes judiciales.

Aunque las fuentes de las defensas no precisaron los términos en los que se basará la recusación que presentarán mañana, señalaron que algunos puntos estarán directamente relacionados con lo expuesto en la solicitud de nulidad de todo lo actuado presentada la semana pasada por el procurador de Hormaechea, Dionisio Mantilla.

Esta petición de nulidad se basó en la no aplicación de la norma que fija la composición de las salas del Ato Tribunal cántabro, la ausencia de fianzas en la admisión de la querella y el quebrantamiento de la separación de las funciones de instruir y juzgar.

El TSJC dará mañana a conocer la decisión adoptada sobre esta petición de nulidad, si bien las acusaciones particulares y el Ministerio Fiscal se mostraron contrarios a concederla.

Sin embargo, el cambio de abogados por parte de cuatro de los acusados (el consejero de Cultura, Dionisio García Cortázar, y los ex consejeros Vicente de la Hera, Albero Rodríguez y Roberto Bedoya) podría suponer que el inicio del juicio se demorase.