La campaña, no ostante, y según dijo el Consejero, lleva ya en marcha todo el año, "con notable éxito", si bien la vigilancia se intensifica en los meses de verano, dado el mayor índice de riesgo.

Este año se hará hincapié en "el aumento de información al ciudadano, la sensibilización para que tenga cuidado, la colaboración con los Ayuntamientos y la coordinación con las Diputaciones para conseguir un mando único", señaló Jambrina, quien dijo que la Consejería aplicará las mismas líneas de años anteriores, debido al xito en la reducción del número de hectáreas quemadas desde el año 89.

Para luchar contra los incendios, la Junta de Castilla y León cuenta este año con 17 helicópteros, 13 aviones, 2 vehículos anfibios facilitados por ICONA y una plantilla de 3.000 personas, de las que algo más de 1.000 pertenecen a empresas privadas, otras 900 son funcionarios y el resto fijos discontínuos.

Jambrina expresó su deseo de que este año la Comunidad Autónoma "no sea noticia trágica", y señaló que a pesar de todos lo medios con los que se cuente, "es difícil encontrar al pirómano cuando tiene intención de quemar".

Durante la última campaña de incendios, el 35% de los fuegos registrados, fundamentalmente en las provincias de Avila, Soria y León, fueron intencionados, y otro 15% fueron debidos a negligencias humanas, por lo que "si pudiéramos controlar estos dos factores, podríamos reducirlos a la mitad", dijo el Consejero.