CASTRO CAPARA EL INTERES DE LOS MADRILEÑOS CON CENTENARES DE CURIOSOS QUE ESPERAN SU LLEGADA FRENTE AL HOTEL DONDE SE HOSPEDA

MADRID
SERVIMEDIA

El Hotel Ritz, en el centro de Madrid, es protagonista de una cumbre paralela a la que protagonizan los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica. Es la cumbre "de la gente de la calle" bien sea porque han venido a ver a los mandatarios o porque están de paso por uno de los barrios más atractivos de la capital de España.

La entrada de Ritz hacevarios días que está totalmente acordonada, pero la presencia de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado no es precisamente masiva, o al menos eso es lo que parece a quien pasea por la zona.

A diversas horas del día pueden suceder escenas como del viernes a las siete de la tarde, tras la clausura oficial de la Cumbre: de repente, comienzan a aparecer policías por todos los lados. El movimiento delante del hotel se hace más intenso, no sólo de los agentes del orden, sino también de los curisos que se suelen concentrar detrás de las amarillas vallas de protección.

La policía y los dos centenares de curiosos comienzan a situarse estratégicamente a ambos lados de las vallas. La gente no se puede colocar delante de la entrada del hotel que, según un agente, está reservada para la Prensa.

"De eso nada", dice un señor ya mayor," yo me quedo aquí". Orgulloso comenta que había estado dos veces en Cuba, pero que nunca había visto a Fidel Casto, Presidente de Cuba." Esta vez no se me escapa"

Casi todos los congregados habían ido a ver al líder cubano, por no decir todos. Muchos iban e expresarle su solidaridad y apoyo, otros por el morbo de ver al que es el protagonista de la Cumbre Iberamericana. Los pocos que habían ido a pedir democracia para Cuba pasaban inadvertidos.

Pero no todos los congregados sabían qué era lo que estaba ocurriendo. Algunos turistas, sobre todo anglosajones, se quedaban sorprendidos ante el despliegue policial delante del hotel. La mayoría de ellos parecíanvenir del museo del Prado, y se dirigían lentamente hacia La Cibeles.

Era evidente que pasaba algo, pero gran parte de los turistas se preguntaban entre sí qué era lo que la gente estaba mirando o haciendo delante del hotel".Un policía intenta explicar a un joven extranjero que aquí se hospedan los mandatarios de Iberamérica, que se han reunido en Madrid durante dos días.

El joven parece no entender muy bien a qué reunión se estaba refiriendo el guardia y se fue. Si una cosa quedaba clara es qu los no Iberamericanos no se deben ni haber enterado de la celebración de la Cumbre.

(SERVIMEDIA)
24 Jul 1992
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