Este mecanismo ya se ha aplicado en la zona afectada por los incendios de Extremadura del pasado 21 de julio y está previsto extenderse a los que afectaron a Andalucía durante el verano del año pasado.

Los incendios más graves que ha padecido Cataluña esta temporada no han resultado tan graves como los de Castilla-La Mancha, Extremadura o Castilla y León, pero la Generalitat catalana recuerda que se han producido grandes pérdidas materiales, puesto que se trata de zonas de "intensa actividad agrícola, ganadera y forestal, y muy próximas a núcleos importantes de población".

"Además", agrega, "casi toda la superficie afectada hasta el momento es de titularidad privada, cosa que hace más urgente la aplicación de las medidas para compensar a los damnificados".

Desde abril de 2005, se han quemado en Cataluña cerca de 5.000 hectáreas forestales. La mayoría han sido devastadas en los cuatro incendios de mayor extensión y gravedad de la temporada. Además, estos incendios han afectado a comarcas que ya han padecido fuegos anteriores, como el Bages, donde ya se quemó el 20% de la superficie forestal en 1994 y en 1998; esta vez han quedado afectadas 2.500 hectáreas.