La evoución de la demanda de crédito fue negativa en todas las comunidades autónomas, con las únicas excepciones de Baleares, donde registró un leve incremento, y Galicia, donde tuvo un crecimiento cero.

Los descensos más acusados correspondieron a las zonas de mayor actividad comercial e industrial: Cataluña, País Vasco, Valencia, Castellón y Madrid, por este orden.

Según el BBV, a la hora de valorar estos datos hay que tener en cuenta que en la demanda de crédito de agosto presenta un fuerte componene estacional, propio de la paralización de la actividad comercial e industrial del mes.

No obstante, en su descenso también ha influido la desaceleración del crecimiento económico que, como es habitual, se ha reflejado en una caída del crédito más acusada entre los comercios y las pequeñas y medianas empresas.

Para el BBV, la revisión del cuadro macroeconómico para 1991 realizada por el Gobierno, en la que se incluye una rebaja del 2 por ciento en las inversiones de bienes de equipo, "es una consatación de la desaceleración de la actividad económica".