Los augurios de inminente disolución que se ciernen sobre el partido desde hace meses han sido agrandados en privado a lo largo de los últimos días por cualificados militantes del partido alejados de la dirección.

En las últimas encuestas, las perspectivas de futuro para el partido son muy deficietes -la mayoría de los sondeos le concede poco más del 1 por ciento de los votos-. Al tiempo, del partido se han ido desenganchando en los últimos tiempos sus "prohombres" más destacados.

La retirada de Adolfo Suárez tras las elecciones autonómicas del año pasado le ha seguido un "goteo" periódico de significativas bajas, entre ellas la del diputado Antoni Fernández Teixidó, que abandonó la secretaría general después de varios meses de enfrentamientos con el anterior "aparato" del partido.

Tambié han dejado la formación los diputados Carlos Revilla y Rafael Arias Salgado, el primero por sentirse discriminado por la actual dirección y el segundo por considerar que el CDS ha comulgado demasiado con el PSOE en lugar de buscar su aproximación "natural" con el PP.

Aunque el panorama no se dibuja muy halagüeño para el CDS, la actual dirección, encarnada por Rafael Calvo Ortega en la presidencia y José Luis Gómez-Calcerrada en la secretaría general, se ha afanado en este último año en trasladar a lamilitancia un mensaje rebosante de optimismo.

En palabras de Gómez-Calcerrada, "los españoles no pueden prescindir de un partido de centro, que está alejado del PSOE y que no comulga con la derecha".

El secretario general asegura que el CDS llega a su V Congreso nacional con un "proyecto autónomo" y con la hipótesis de posibles alianzas preelectorales completamente descartada. "Ya nadie nos puede acusar, como antes, de que somos un partido 'satélite' del Gobierno o que estamos vendidos a la dereca".

Para salir de las deficientes expectativas de voto que conceden los sondeos actuales al CDS, Gómez-Calcerrada tiene una receta: "Buscar a las personas desencantadas con el socialismo y que no comulgan con el PP".

La actual dirección reconoce que la recuperación está siendo "muy lenta" en esta etapa, porque "han sido demasiados los errores cometidos", afirma un dirigente regional.

El congreso centrista de este fin de semana está alejado de grandes pretensiones. Los compromisarios se paganel viaje y la estancia y la mayoría de las comidas. De los 11 millones de presupuesto fijados para esta cita, 4 se los llevará el almuerzo que recibirán mañana en el propio palacio de congresos los mil asistentes.

Como en el congreso del año pasado, Adolfo Suárez no acudirá tampoco a éste. "Ha tomado una decisión seria de no estar ya en primera línea de la acción política, aunque en esta casa se le tenga mucho cariño", afirma Gómez-Calcerrada.

El proyecto que fundó Adolfo Suárez sólo dos meses anes de las elecciones de 1982 atraviesa ahora sus horas "preelectorales" más bajas. La continuidad del proyecto tras este congreso no impedirá que se siga hablando de la ya sempiterna "inminente disolución del CDS".