La aparente ventaja de Italia es que cuenta con unos laboratorios ya construidos, mientras que España ofrecería unas instalaciones de nueva edificación; un proyecto que contaría con el respaldo de los fondos del Principado de Asturias y del Ministerio de Industria especialmente destinados para zonas deprimidas.

La planta tendría una capacidad para elaborar más de un millón de litros de productos hemoderivados al año y paliría la dependencia que Europa tiene de los laboratorios norteamericanos en ese sector.

En el caso de que prosperase la opción española, el proyecto compensaría muy positivamente la crisis económica y social que sufre la zona de La Felguera, en particular, y la cuenca del Nalón a la que pertenece, en general,